Luego de un día terrible en la oficina, firmando acuerdos, formularios de compensación y revisando los detalles para la compra de un nuevo almacén, en donde mis trabajadores estarán más seguros, además de vigilar las reparaciones necesarias para el funcionamiento del actual, llego a mi departamento cansado más emocionalmente que en lo físico.Cada día me siento más decepcionado, llamo a Massimo dos veces al día, para ver si me tiene noticias, pero nada. Pensaba irme hoy, pero me quedan dos semanas más al menos y siento que me muero. La necesito a mi lado cuanto antes, pero es como si ella misma me estuviese evitando.Me dejo caer en la cama, me aflojo un poco la corbata sin dejar de mirar el techo, me quito los zapatos mientras estiro mi brazo sobre la cama, imaginando lo que sería para mí tenerla aquí, a mi lado, llenando ese espacio que siempre ha permanecido vacío. Nunca he traído una mujer a mi cama, siempre nos encuentros son en sus propias camas o en hoteles.
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Capítulo 13: Descubierta y Exiliada
Mi padre seca mis lágrimas, no me pregunta por su nombre o de dónde es, solo le basta mi sufrimiento para ponerse serio y saber que no cuento con el padre de mi hijo.Tal vez sí se haría cargo, pero no dejaré que mi hijo crezca con el ejemplo de un padre promiscuo, que no dudó en ir a meterse con una modelo luego de jurarme amor verdadero.-¿Ya estás mejor, hija?-Sí, papi.-Entonces, no se hará cargo.-Está inubicable, es como si la tierra se lo hubiese tragado.-Sé que no tengo derecho a preguntarte esto, pero ¿siquiera lo conocías a ese hombre antes de… ya sabes?-Tienes derecho a preguntarme lo que quieras, papito. Pero no creo que yo tenga cara para responderte – me lanzo a llorar otra vez, como si una represa se hubiese roto en mi cara -.-Entiendo, pero no llores más mi niña, no te dejaré so
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Capítulo 14: Llegué tarde, hermano.
Nunca imaginé tener tanta oposición para poder llegar a Chile, el jet tuvo un desperfecto, no encontramos vuelos comerciales hasta dentro de tres días y en ese lapso, Giancarlo enfermó de apendicitis, por supuesto no podía dejar a Javiera a cargo de la empresa en esta situación.Dos semanas más fueron necesarias para poder viajar a buscar a mi chica, la que ya me tenía preocupado, porque Massimo ya sabía nada de ella.Pero terminaría mi sufrimiento, hoy iríamos a la fiesta que los Manterola ofrecerían en su casa. Si era necesario, estaba dispuesto a secuestrarla para que me escuchara, me arrodillaría ante ella y le diría cuánto la amo.Llevo apenas tres horas en Chile, solo alcancé a ducharme y cambiarme de ropa, ahora vamos con Massimo y mis sobrinos a la velada.-Deja de mover la pierna, me distraes – Massimo me reprende por tercera vez
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Capítulo 18: Mi pequeño Alex
Me encuentro en la sala, acompañada de Pilar, celebrando el que al fin el dueño de la casa la vendiera. Con el dinero sobrante pude comprar algunas cosas para la casa que hacían falta, con el resto puedo mantenerme un par de años, hasta que mi bebé pueda ir a una guardería y yo salir a trabajar.-Esto es fantástico. Te sienta bien la independencia, mejor que a mí.-Pero no me durará mucho, faltan días para que llegue esta criatura y me traiga de cabeza.-Por eso mismo, tengo un pequeño bolso en el auto, me vengo contigo unos días. Pedí vacaciones en el diario, me deben dos, así que no pusieron objeciones.-Pero, Pili, ¿estás segura? Aquí es muy diferente. Tú misma debes ir a comprar tus cosas, lavar tu ropa y preparar tus alimentos.-Ay, cariño, lo sé. Y estoy dispuesta a todo eso, no quiero perderme el nacimie
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