De nuevo todo se veía lleno de problemas, de nuevo se vía casi imposible de lograrlo, de nuevo los malditos dioses ganaban, estaba enojado, furioso, no podía creerlo, quisiera golpear todo lo que se encontrara frente a él, quería acabar con todo lo que se encontrara frete a él, observo a Bun y noto como aquel ahora parecía que despertaba de sus sueños, parecía que ya no era un ser vacío que debía manipular, ahora era de nuevo su mano derecha, aunque lo notaba un poco distinto y callado, pero a Egan no le importaba, su mano derecha no era algo que le interesaba en aquel ínstate, Egan tenía cosas más importantes en que pensar, como en aquellas bestias, las cuales deseaba más que a nada destruir.Para Egan los místicos eran eso precisamente, unas bestias de las que debía encargarse, unas bestias de la que el tenia de encargarse de cada uno ellos y acabar hasta e
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