Luego de una semana con las indicaciones del doctor Sánchez, quien me regañó por usar los suplementos y me advirtió que, si los seguía usando, se me caería todo lo que tenía entre las piernas. Con semejante advertencia, ¿quién no hace caso?Ahora espero al pie de la escalera a mi mujer, le he dicho que la llevaré a cenar a un lugar muy elegante, yo llevo un traje de tres piezas, con una pajarita negra de satén. Ella se fue a la que era mi habitación para vestirse, ni siquiera me dejó ver el vestido.Miro la hora, más de nervios que por el retraso, porque estamos a tiempo. De reojo veo una figura de color rojo parada arriba, miro hacia ella y me quedo con la boca abierta.Cabello recogido en un moño en el lado izquierdo, maquillaje claro, labios rojos, unos pendientes que llegan casi hasta su cuello, el que se encuentra descubierto al igual que sus hombros. El
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