-Hijo tranquilo- Diana miraba a su hijo dormir intranquilo, de pronto el grito el nombre de su esposa. Álvaro miro el lugar, estaba solo de nuevo en su habitación los paramédicos le habían dado algo por qué estaba soñando y era lo que menos debía pasar, no podía estar ahí el durmiendo sin saber que infierno estaba pasando ella. Se levantó como un rayo quería saber si había alguna noticia de su esposa, está realmente era la peor noche de su vida, sin saber nada de ella, si ese maldito se osaba a ponerle una mano ensima el mismo lo buscaría hasta matarlo. No sabía a dónde la había llevado ese infeliz, el auto que había rentando no tenía GPS para buscarla, las cámaras de vigilancia de la policía los habían perdido por la ciudad, no sabían si estaba en la ciudad o si habían salido, tal vez a estás horas el había hecho su objetivo, soltó una lágrima pensando solo como estaba ella, sabía perfectamente que podría defenderse y confiaba en eso. Llegó a la parte baja de la casa pero en vez de
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