El sol comenzaba a ponerse, dando lugar a un cielo nocturno estrellado, dónde una impresionante luna creciente ocupaba su trono en el cielo.Fenryr había dedicado muy pocas palabras a la loba, más allá de decir que estaba muy guapa aquella noche, antes de que llegase Zeth a buscarlos en un auto. Su padre conducía.La situación se volvió aún más incómoda y extraña, el hombre tras el volante estaba en una constante tensión, al igual que su hijo en el asiento de copiloto. Por su parte, Fenryr, sentado junto a ella tenía la mirada nocturna clavada en el exterior.—La luna está muy bella hoy—solto el hombre tras el volante de manera abrupta, atrayendo la atención de todos los presentes.—Si… pero la luna siempre es bella en esta zona—respondio Freyha, luchando por impedir que aquel respiro de normalidad siguiera.—Tienes razón—comenzo a decir el hombre lanzandole una mirada a la loba por el espejo retrovisor—la lun
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