Todo, absolutamente todo en lo que creía la hermosa chica de cabello color vino se vinieron abajo; como si su mundo fuera un castillo con malos cimientos que tras el resoplar de un viento se derrumbaba sin dejar rastro alguno de su existencia.
La verdad, está nueva verdad que formaba parte de su vida, sacaba del juego todas las tontas y absurdas mentiras que su padre siempre había disfrutado decirle, contarle y hasta atormentarla con ellas.
"Su madre la prostituta"
"Su madre la zorra"
"Su madre una inútil"
"Su madre, una abandonadora"
"Su madre… una perra si
La mujer de penetrante mirada azul se aproximó a ella con pasos veloces, mientras su temblorosa boca estaba abierta en una enorme expresión en forma de "O".Al igual que a su abuela, Franchesca pudo reconocer a su madre por una fotografía, la única que tenía. Extrañamente, en esa única foto que había logrado rescatar cuando era poco más que un infante de entre la pila de álbumes familiares que su padre estaba quemando, ambas estaban juntas, sin embargo no había ni el más mínimo rastro o indicio de la existencia de ella, por lo que la hermosa chica de cabello color vino asumió que había sido tomada antes de su concepción.—¿Franchesca?—pregunto con temor la mujer, cuyos rasgos faciales se asemejaban más a los de
La mujer de penetrante mirada azul se aproximó a ella con pasos veloces, mientras su temblorosa boca estaba abierta en una enorme expresión en forma de "O".Al igual que a su abuela, Franchesca pudo reconocer a su madre por una fotografía, la única que tenía. Extrañamente, en esa única foto que había logrado rescatar cuando era poco más que un infante de entre la pila de álbumes familiares que su padre estaba quemando, ambas estaban juntas, sin embargo no había ni el más mínimo rastro o indicio de la existencia de ella, por lo que la hermosa chica de cabello color vino asumió que había sido tomada antes de su concepción.—¿Franchesca?—pregunto con temor la mujer, cuyos rasgos faciales se asemejaban más a los de
Viaje al pasado: Hace dieciséis años atrásLa mujer apretó los labios con fuerza y desaprobación ante su hija luego de escucharla pronunciar aquellas atroces palabras, que bien sabía, las conduciría al caos y la muerte.—Por favor madre, lo amo y el a mí—suplico la chica de cabello color vino y mirada de un profundo azul, mientras sostenía entre sus brazos a la pequeña bebé de rasgos semejantes.La anciana respiro profundamente, sabía que de negarce perdería a su hija, pero de aceptar corría el mismo riesgo.Estaba en un dilema muy grande, entre la espada y la pared. Viaje al pasado: Hace dieciséis años.El hombre de mirada oscura y cabello castaño apretó sus dientes con fuerza mientras la irá se apoderaba con él.—¡Me engañaste! Eres un maldito monstruo—bramó con rabia el hombre a su esposa, sin importarle que unos pasos más allá, su bebé de apenas unos meses lloraste desconsolada.Minutos atrás, el había estado sonriente y feliz, esperando con paciencia casi infinita a conocer la sorpresa que quería mostrarle su esposa.Sin embargo, en el instante en el que ella hizo levitar un poco de agua ante sus ojos, aquella alegre y jovial sonrisa se esfumó.Capitulo 65:
Las lágrimas se derramaban por las afiladas mejillas de Franchesca, siendo estás una culminación de su dolor, irá y enojo.Todos esos años, cada uno de esos días, ella había guardado rencor y recentimiento hacia su madre por haberla abandonado, dejándola a merced de su padre, un hombre que con el correr de los años se había vuelto más cruel y malvado.—No lo sabía—logro susurrar la hermosa chica de cabello color vino cuando finalmente su madre termino el relato que había comenzado su abuela.El nudo en su garganta se apretaba más y más, conforme los segundos pasaban y los recuerdos bombardeaban su mente de viejas imágenes, dolorosas y tormentosas. 
Cuando sus ojos de un intenso azul finalmente se abrieron, tardó varios segundos en adaptar su visión a aquel mundo iluminado por un sol abasayante y fulminador.Cuando las sombras borrosas comenzaron a adquirir forma y sentido en su campo de visión, ella comprendió que se encontraba en el bosque, rodeada por el hermoso e imponente lobo negro, y la bruja.Ambos la miraban con expectacion, a la espera de que ella dijera algo.Sin embargo, la mente de Franchesca estaba hecha una mañana indescifrable de preguntas sin respuestas, información falsa y conflictos sin resolver.Todo giraba dentro de ella misma, mareandola y llevándola al borde de la locura.
La loba gris abrió sus ojos aquel día demasiado temprano, el cálido sol comenzaba a asomar por el horizonte desplazando a la noche de su trono en el cielo.Sin embargo no fue el sol ni la llegada de un nuevo día lo que la despertó, tampoco fue el hecho de saber que ese día tendría su tan anciado baile de invierno.No, todo eso había perdido su gracia e interés tras la muerte de Skol y la desaparición de Hat.En realidad, lo que la había logrado despertar aquella mañana, eran las voces masculinas provenientes del piso inferior, las cuales discutían de manera eufórica y casi violenta.Freyha no necesitaba estar allí para saber de quienes se trataba.
El sol comenzaba a ponerse, dando lugar a un cielo nocturno estrellado, dónde una impresionante luna creciente ocupaba su trono en el cielo.Fenryr había dedicado muy pocas palabras a la loba, más allá de decir que estaba muy guapa aquella noche, antes de que llegase Zeth a buscarlos en un auto. Su padre conducía.La situación se volvió aún más incómoda y extraña, el hombre tras el volante estaba en una constante tensión, al igual que su hijo en el asiento de copiloto. Por su parte, Fenryr, sentado junto a ella tenía la mirada nocturna clavada en el exterior.—La luna está muy bella hoy—solto el hombre tras el volante de manera abrupta, atrayendo la atención de todos los presentes.—Si… pero la luna siempre es bella en esta zona—respondio Freyha, luchando por impedir que aquel respiro de normalidad siguiera.—Tienes razón—comenzo a decir el hombre lanzandole una mirada a la loba por el espejo retrovisor—la lun