NARRACION: SEBASTIÁN Veo a Lucas llevarse la mano a la mandíbula segundos antes de lanzarse hacia uno de los hombres de Franccesco. No puedo encontrarlo por ningún lado, el hijo de puta probablemente ya se ha escapado.Uno de los hombres me observa con pánico en la mirada. Le he cortado todos los dedos de una mano y se retuerce en el suelo. Me acerco a él con una gran sonrisa, juego con la navaja entre mis dedos. El hombre grita y se arrastra por el suelo. Su imagen es divertida, recuerdo a este hombre, hace dos años le ofrecí trabajo y se negó porque según él quería vivir una vida llena de paz. No sé por qué huye, le voy dar la vida de tranquilidad que él quería. Me limpió la sangre del rostro y grito al clavarle la navaja en la pierna y por último en el pecho. Lo apuñalo una y otra vez mientras disfruto de sus gritos desgar
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