Joon sintió como era levantado del suelo y acomodado en una cama, después esa persona se acomodaba a su lado y le acariciaba el rostro.—Dime que eres tú.—¿Quién mas seria?—Tu yo malvado.—Ese desgraciado —Estefan gruño—. Quería poseer mi cuerpo de nuevo, pero no lo deje, ya le voy agarrando la maña de tomar el control.Joon abrió los ojos y noto los ojos chocolates claros de Estefan mirándolo con su expresión ceñuda favorita. Cuando sus miradas chocaron, se fundieron en un beso tierno y cariñoso. Estefan acarició su nariz con la suya y Joon pudo al fin respirar tranquilo, había pasado la noche en vela a su lado, aunque los padres de su mate le habían dicho que no era necesario, pero él había insistido quedarse a su lado, pase lo que pase.—¿Por qu&
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