Siete en punto. Imposible. No había sitio para él en su vida. Ella amaba a Luca, ésa era la única realidad. ¿Qué haría ahora? ¿Había trazado un plan o pensado en algo similar? Si, lo que quedaba ahora era…¿Seguir? Claro, seguir viviendo a pesar de las melladuras. Podría soportarlo una vez más, al igual que el fracaso con Hana. Podía volver a su casa, continuar con la maldita rutina y volver a verla probablemente. Ver a Diana allí, en el sofá de la casa y junto al bastardo de su hermano.. Porqué así debían ser las cosas, ¿verdad? No la necesitaba, no porque no la quisiera, sino porque no era ni sería nada suyo salvo la novia de su hermano menor y quizás si el destino era beneficioso para ella y devastador para él, algún día llegaría a ser su cuñada. Y si no la necesitaba y ya no le importaba, ¿Por qué demonios seguía taladrándole el alma? Tal vez Shisar hubi
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