Dean abrió su ordenador portátil en el despacho. Esa noche, había tomado una decisión, no quería vivir con la duda de lo que pasó y nunca puso.Apretó enviar en cada página que había entrado, desde que había comprado el boleto para esa noche hasta la prueba de ADN hacia su difunta hija. Sentía un pesar en su pecho al saber lo que iba a hacer, irrumpiría en su descanso a su hija para someterla a una prueba de paternidad. ¿Y si era verdad? ¿Qué haría después? No saltaría feliz y se olvidaría de todo, pensó.Nunca había dependido de una mujer y Crystal no había sido la excepción. Bueno, si lo era en un aspecto, era la madre de su hija: pero en Adaira, el todavía no se había cansado de su compañía, todavía no se había saciado de su cuerpo esbelto y suave, que encajaban con el de él a la perfección. El sexo con Adaira era increíble, le daba todo lo que siempre había querido, todo lo que había pensado que no encontraría en una mujer. Se excito de solo pensa
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