—No tenía opción, iban a matarla si la dejaba ahí.—Tienes más tiempo que yo en este negocio, Jefferson, y sabes los métodos que hay que utilizar, y en especial conoces sobre la seguridad y que hacer en momentos como este. ¿Cómo cometes un error tan simple? No me molesta que hayas venido a este estado, me molesta que hayas venido directamente a nosotros. Sabes lo que puede pasar ahora, ¿verdad?—Lo siento, Akira. Te llamé, pero no respondiste. No quería traerla directamente, pero no tuve de otra. Estoy seguro de que no me siguieron, no hay manera.—Si algo le sucede a mi hija y a mi esposa por esta necedad que acabas de cometer, pagarás las consecuencias. Serás como mi padre, pero acabas de poner en peligro a mi familia y eso no lo perdono.—No volverá a ocurrir, Akira. Tan pronto consiga una casa de seguridad sa
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