El departamento no estaba ubicado en una de las zonas seguras de Miami, me costó llegar y, hasta me costó que un taxi me dejara justo en la dirección que me había dado Billy. Aun así, estaba decidida a darle una oportunidad sin importar qué.El edificio por fuera era un poco viejo, de un tono verdoso, las paredes repletas de grafitis, muy curiosos por su forma, no le di importancia alguna puesto que no eran para tanto.Estoy de pie justo en la puerta que lleva al interior del edificio, esperando a que el hombre apareciera. Lo único que he visto desde que llegue, hace al menos unos veinte minutos más o menos, son cinco o seis personar pasar por la zona y ya. Si esto es así cuando el sol esta iluminando con fuerza, no quiero imaginarme en la noche, en plena oscuridad. Me estaba poniendo nerviosa de que nadie apareciera. Quedamos en una hora exacta, y ya está muy retrasado. No he parado de
Leer más