Alain no pudo contenerse en dejar las cosas así. Era demasiado malvado para ese mundo tan estúpido. Sólo tuvo que esperar a que Owen estuviera durmiendo y con una nota de que estaría conociendo la ciudad, ciudad que ya conocía de pies a cabeza desde hace mucho tiempo.Entró a la bodega, escuchando los lamentos de esos seis seres despreciables. Las personas que le debían favores, le mintió a Alessio o Alessio se hizo de oídos sordos con él, por qué dejó a un lado todo. No insistió.Siempre le había encantado usar cosas eléctricas para dañar a las personas y con lo que Alessio había agregado a la tortura, era aun mejor. El sonido era algo que desconocía, lo usuaria con ellos.— Alessio se
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