Adam se dedica a ignorarme durante los siguientes días, ni siquiera me dirige la palabra cuando coincidimos en el desayuno, los mellizos si que me hablan, aún así parecen un poco molestos también.No sé qué demonios ocurre o si Adam tiene algún problema con aquel chico llamado Cole, lo único que sé es que más de una vez sus ojos se posan en mí de manera muy extraña, como si algo le preocupara de sobremanera. He intentado preguntarle, pero ni siquiera me da una respuesta.Llega el viernes y yo estoy mas que decidida a ir, no porque él me hubiese dicho que no fuera, la verdad es que sentía que llevaba demasiado tiempo en esa casa sin hacer nada interesante, aparte de guerras de espaguetis o baños de potingues extraños.
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