—Bueno, si es mi culpa, déjame enmendarlo— en cuanto dice eso toma mi mano y la aleja de mi boca para meter mi dedo herido en su boca.Sus ojos se quedan fijos en los míos, tienen esa apariencia animal, salvaje, feroz, siento como su lengua se desliza alrededor de mi dedo y no puedo evitar sonrojarme, mi cara está caliente, las palabras se agolpan en mi garganta, pero no logro decir ni una sola, simplemente me quedo congelada viendo cómo se deleita con mi dedo y bueno... seamos sinceros, es una imagen muy sexy ver a un hombre tan guapo como él hacer esto, es su culpa por ser tan sexy y comportarse de esa manera tan sensual, ¿qué carajos estoy pensando?, bueno... si entiendo lo que estoy pensando, pero también estoy consciente de que no debería de hacerlo. De repente un ruido me distrae, el radio suena como si Raúl hubiera prendido el suyo, tanto Kronos como yo volteamos hacia el aparato que deje
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