Inicio / Romántica / El Precio de la Inmortalidad / Capítulo 21 - Capítulo 30
Todos los capítulos de El Precio de la Inmortalidad: Capítulo 21 - Capítulo 30
48 chapters
Capítulo 20 Descubrió al Cazador
Alessio frotaba su miembro de una forma sensual, tal cual como le hubiera gustado que Lía lo tocase. Mientras más pensaba ella y ese cuerpo aún inocente se masturbaba con más énfasis. No le hizo falta humedecerlo con saliva ya que solo en pensar en mansillar ese corazón puro lo ponía a mil. Subió y bajo un par de veces más cuando terminó por venirse encima.—¡Ooooh! Coño… jadeo.Limpio todo el semen que cayó en su mano, acomodo su traje Armani. Se recogió el cabello en una coleta alta, para disponerse a salir de la oficina. Ya iba siendo hora de alimentarse, a parte que ya deseaba verla. Para el italiano era nuevo sentirse de esa manera por alguien m&
Leer más
Capítulo 21 Tengo Hambre
Biachi aparco el coche frente al edificio de Lía, pero en aquel lugar no parecía haber movimiento alguno. Todas las luces de los pisos estaban apagadas, y la calle desolda. No estaba seguro si achacarselo a la lluvia o que en realidad en esa zona Lía era la única vampiro.Decidió esperar unos minutos más, quizás alguien encendiera la luz y pudiera llegar a ser ella… pero luego de unos agoniosos minutos nada pasó, ni entraba ni salía nadie. Todos parecían dormir. Harto de esperar arrancó el coche, recorrería las calles en su búsqueda.En el camino solo se preguntaba  ¿porque se quedaría bajo la lluvia? ¿Porque no regresar a su casa?Estuvo conduciendo calle tras calle sin tener suerte. Estacion&
Leer más
Capítulo 22 Juegos de cama
Alessio observa la expresión de Lía, no sabía si era por la sorpresa de saber que era cazada su especie o por el hecho de que vivía en la ignorancia ya que nunca la pusieron al tanto de la verdad.—No te preocupes. Lía escucha la voz de Alessio seguido del rose de unos nudillos sobre su mejilla. —Yo jamas voy a permitir que alguien te lastime.—Cuantos… ¿Cuantos cazadores hay allí afuera?—Eso no lo sé… pero hay uno en especial que es muy peligroso, uno del que tú y yo debemos mantenerlos alejados.—¡¿Quien es?! Le pregunta ella casi echándose encima de él.Leer más
Capítulo 23 Se fue de casa
Noah despertó esa tarde un poco agotado…lo poco que había podido dormir no le fue suficiente para recobrar las fuerzas. Aún así contra todo dolor y agotamiento se puso en pie. Algunas hojas cayeron al suelo lo cual no le dio importancia. Mientras comía algo en la mesa algo le pareció muy extraño… Lía no estaba sentada a su ladol, o merodeando por allí como solía hacer a diario. Frunció el ceño, ese silencio no era habitual. Por lo general la chica era tan ruidosa que estar en silencio le perturbaba a esas alturas.—¡Lia! La llamo. Pero no obtuvo respuesta.Dejando su comida a un lado, se puso en pie pensando que no podía ser que esa cría aún siguiera durmiendo. No cuando le t
Leer más
Capítulo 24 Confrontación
—Pensé que nunca saldrías de la habitación. Éste volteo a verla.Después de que Alessio salió del baño encontró a Lía dormida. Así que optó por bajar al gimnasio y luego terminó en el jardín revisando su ordenador. —La verdad es que me lo pensé mucho, ya que no tengo nada que ponerme. Señala su ropa. — ¿Dónde rayos está mi ropa?—La mandé a quemar. Se ríe a carcajadas mientras ciertos mechones se escapan de su coleta.—¡¿Qué hiciste que?! Vocifero enojada.—Tranquila, ya mandé a traer más ropa para ti. Ya deben de
Leer más
Capítulo 25 Inquieta
Algo no andaba bien, Lía sentía nervios y algo empezaba arremolinarse en su interior. Daba vueltas en la habitación, llevándose una uña a la boca. Alessio le habia dicho que regresaría pronto, pero de eso hace mucho. Sabía que algo malo estaba por pasar, y presentía que tenía que ver con el italiano y Noah. La angustia estaba haciendo mella ella, ya no soportaba esa espera. Encaminó sus pasos hasta la puerta… lo buscaría, buscaría a Alessio.Noah se había detenido en una callejón sin salida donde una ráfaga de chupa sangre se encontraban devorando a un tío. La búsqueda de Lía había sido una perdida de tiempo y esfuerzo. Era como si se la hubiera tragado la tierra misma, definitivamente pensó que la luz del sol
Leer más
Capitulo 26 Mia
La castaña no perdió el tiempo para encajar sus colmillos en el cuello de Alessio… su sangre siempre le iba a resultar exquisita, ninguna como la de él. Afortunadamente era una ventaja de alimentarse de vampiros, a ella le había tocado la mejor parte de ser un bicho raro. Al liberarlo de sus dientes furtivas gotas cayeron deliberadamente sobre sus senos. Ella suspira para luego sonreír.—¿Satisfecha? Pregunta él arqueando una ceja.—¡Mucho! Alessio se incorporó llevándola acostarse en la cama. Tomo las sábanas negras de seda y con ellas ato las manos de Lía del techo de la cama, dejandola de
Leer más
Capitulo 27 Nuevo Cazador
—¡Nada! Responde mordiendo la carne interna de su labio. —No te preocupes, yo estaré bien. Le dice para tranquilizarla, parecía preocupada Se acerca, planta un beso en la frente para encaminarse hasta la puerta. Ella lo ve partir y se muerde los labios.—¡Alessio! Lo llama y este voltea. —Yo… te amo. Éste sonríe dulcemente.—Yo también te amo amore mío. ¡Recuérdalo!Se marcha, dejando el corazón de Lía preocupado y acelerado. Esa noche tendría que volver a desobedecer a su amado. Leer más
Capitulo 28 Jacuzzi
Lía retornaba a la mansión aún con el corazón en la boca. Ese atentado había estado muy cerca, estuvo a punto de morir por descuido. Por ser vulnerable y débil como le decía Noah.Noah… Pensó en él, no estando tranquila en casa desobedeció las órdenes de Alessio y salió en la búsqueda del cazador. Para cuando lo encontró estaba al filo de la muerte, por poco y esas ratas lo asesinaban. Algo dentro de ella la impulso a salvarlo, verlo morir de esa manera no era precisamente la manera en que ella deseaba dejar de verlo.Pero a pesar de haberlo rescatado, no confiaba en él… y hora menos, después de que el prácticamente le confirmara sus sospechas. La joven se tumbo en la cama, m
Leer más
Capitulo 29 La Creación
—¡Alessio! Ella corre hacia él saltando sobre su cuerpo. Éste la carga mientras enrrolla las piernas en su cintura. —¡Haz regresado! Sonríe dandole un beso.—Me alegra que de te gustó de verme. —¿Cómo sabías que estaba aquí?—Tu aroma me trajo. Sonríe.—Este lugar es fabuloso.—Sabia que te gustaría. Ella sonríe abiertamente pero de la nada la sonrisa se le borra, volviendo su expresión en preocupación.Leer más