- Mira sus manos, las está moviendo, está despierto, se mueve, Jamie. - los ojos de Ana miraban con gran ilusión a su nuevo hijo. Movía sus piernitas mientras estaba en la incubadora. - también mueve sus piernas. - su voz salía algo gruesa, antes se sentía triste por no estar con él y había estado llorando, pero luego de que llegó Jamie con Leslie para llevarla a verlo, se había tranquilizado. Ahora su voz mostraba toda la alegría que podía sentir una madre al ver a su hijo, su hijo recién nacido. - Ana, es un niño precioso. - su mano acariciaba la espalda de ella, quien estaba sentada en una silla de ruedas. Leslie los había llevado para que vieran al bebé, aunque por poco tiempo. - Pronto podrá estar en nuestros brazos. - Lo siento, Jamie, pero ya tengo que llevarla de regreso. - dijo Leslie, después de que ya tenían varios minutos allí. - No te preocupes, agradezco que nos hayas traído.- sólo se lo habí
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