MíaDesayuno en el jardín. Estoy de buen humor. La noche con Marcus ha sido simplemente perfecta. Nos queremos y estamos casados y eso nadie puede negarlo. Podemos rompernos en mil pedazos, podemos herirnos en lo más profundo, en la oscuridad más negra, pero siempre estaremos para el otro, siempre volveremos a encontrarnos y a limpiar nuestras heridas, porque así es este mundo.Aparece a mi lado, me deja un beso en la mejilla y se sienta conmigo. Tiene puestas las gafas de sol, unos vaqueros que le sientan como si lo hubieran hecho a medida y una camisa blanca.- En media hora tenemos que irnos - Explica cogiendo una tostada - Pero si prefieres que me quede, me quedaré.Sé que lo primero para él soy yo, no es el trabajo, ni los negocios, no siquiera la venganza, soy yo. Me lo ha demostrado una y otra vez.- No, no, tenéis que ir, es la única manera de terminar con todo este lío
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