RAINER.Me sentía en un sueño, de esos tipos de sueños que no quieres despertar jamás. Mirar a la castaña recostada a mi lado era una maravilla que casi parecía irreal, pero no lo era, Amelie estaba junto a mí, recostados en la cama de su habitacion con las manos unidos y las miradas conectadas.Después de nuestro momento en el bosque y que ella confiara en mi como para mostrarme otra parte de ella, decidimos volver a la escuela. Evitamos a toda costa que alguien nos viera, y gracias a los Dioses (como ella y sus amigos dicen, y como ya había empezado a decir) no nos habían descubierto. No quería separarme de Amelie y ella como leyendo mis pensamientos me invito a su habitación. Su habitacion era amplia, pues no tenía com
Leer más