—Está preparada la reunión de mañana —al sentir la presencia de uno de mis hombres de confianza—. Quiero que te encargues personalmente.—Sí, jefe.—Quiero otra cosa y esto es como un favor, te lo pagaré bien —quito mi mirada del ordenador y la penetro en la de él—. Quiero saber que es lo que pasa con mi esposa, ¿qué comió?, ¿qué hace?, ¿dónde va?, ¿con quién platica?Necesito más información y siento que no me basto con lo que Rafael me dice. ¡Mmm…!, no es que desconfíe de él, pero no me llena la información que él me brinda. —Jefe, Rafael esta a cargo de su e
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