Después de desayunar, efectivamente Harold nos llevó a una tienda pequeña para escoger una prenda de vestir cada una, con la mirada penetrante de la vendedora dando asco como nos encontrábamos; me dieron ganas de golpearla, pero le debía gratitud a nuestro salvador entonces me controlo. Al final, decidí ponerme un vestido rojo más abajo de las rodillas con unas zapatillas y un saco de lana, por el lado de Angie se colocó un pantalón negro con una blusa amarilla, un saco y unos tenis. Ambas le agradecimos a Harold por su hospitalidad y creíamos que hasta aquí deberíamos de estar juntos; sin embargo, nos equivocamos porque quería seguir cuidando de nosotras. Al principio nos vimos directamente a los ojos, no sabíamos hasta qué punto podíamos confiar en aquel hombre; aunque sabíamos que al inicio era necesario para poder sobrevivir entonces aceptamos. 

Narra Juan Mario: Nos fuimos de la casa de la señora Bum, con el corazón destrozado de dejar allí a mi hermanita Marina; no quería, pero con el apoyo de Carlos y de Julieth logramos irnos corriendo. No supimos cuánto caminamos, solo sabíamos que íbamos sin rumbo fijo y buscando escapar de lo sucedido; llegamos a nuestro punto de encuentro donde habíamos quedado con Marina que llegaría, al mismo tiempo fuimos por los billetes y el celular que teníamos guardado, aunque siendo sincero no había a quien llamar porque todos nos abandonaron. La madre de Marina no teníamos rastro de ella, siempre pensé que nos quería dejar a nuestra suerte y sigo pensándolo, aunque sin decírselo a Marina porque la defiende a capa y espada, mi padre se encontraba muerto después del enfrentamiento que había tenido con Álvaro, quien era nuest

Logre convencer a Harold después de varios días para que volviéramos a la gran ciudad; estaba casi segura que mi hermanito todavía me estaba esperando allí, Angie tenía nervios igual que yo donde nos encontráramos a la señora Bum, pero me entendía perfectamente que allí se encontraban tres personas importantes para mí. Nos montamos en su camión, con la bendición de su madre para realizar el recorrido con música en medio, me sorprendía ver como una niña tan pequeña como yo estaba viviendo tantas cosas y madurando a la fuerza, porque siento consciente debería de estar jugando con mis juguetes creando el mundo perfecto para el futuro, pero ya se había roto esa burbuja, porque sabía cómo era la realidad. — ¿Crees que después de tanto tiempo sigan allí? — Preguntó Angie preocupada, d

Narra Elizabeth: Había llegado el día donde tendríamos nuestra ceremonia de marcación; le había preguntado a mi amiga sobre ese ritual diciéndome que podría ser doloroso para mí, que nunca había compartido las creencias de ellos pero que igual iba a desfrutar en medio del sexo. Realmente no sabía que pensar o sentir, debido a que no había vuelto a tener sexo desde que quede en embarazo y menos con alguien diferente que no fuera Hades o Álvaro; me hacía recordar mi época de infiltrada la primera vez que iba a estar con el narcotraficante más poderoso de toda Colombia. Al final, terminó gustándome al punto que tengo dos hijos pequeños. Tenía en mi cama tres conjuntos de ropa interior para escoger; el primero de ellos era de color negro con encaje y ligas, el segundo era de color rojo, encaje sin

Volvimos a la casa de Harold con un sin sabor en nuestro interior; eran bastantes noticias para mí. Hades estaba vivo, Álvaro estaba libre, Juan Mario estaba a salvo y ¿mi mamá? que había sucedido con ella, porque en ningún momento de la carta me daban una razón fuerte de ella, ¿habría muerto? ¿me abandono? eran tantas dudas dentro de mi interior que me entristecen, además me dejaron esa carta, pero sin ningún número o dirección de contacto entonces ¿cómo pretenden encontrarme? ¿qué me escondiera en la casa abandonada hasta que pensaras en volver a ir? no podía creerlo, sabía que de ahora en adelante éramos solo Angie y yo definitivamente. Nos acostamos a dormir, me movía de un lado a otro y así sucesivamente toda la noche porque tenía insomnio, no podía dormir ni siquiera sabiendo que mi hermanito se encontrab

Había pasado un mes desde aquel momento, teníamos nuestra rutina planeada donde trabajábamos, comimos y a dormir nuevamente. No buscamos a la madre de Angie, por decisión de ella la cual respetamos; hicimos de todo para tener algún rastro sobre mi madre, pero era como si se la hubiera tragado la tierra; porque nadie tenía noticias de ella desanimando cada vez más. Decidimos hacer un viaje super largo, donde nos dirigimos en ese momento hacia el cementerio porque quería ir a visitar a mi nona, la única persona que sabía exactamente en qué lugar estaba. Al llegar, Harold y Angie me esperaron afuera mientras le cambiaba las flores a mi hermosa nona, limpiaba su tumba porque se notaba que hace rato no le hacían mantenimiento, arrugando mi corazón. Sabía que ella no estaba tranquila en el cielo con mi abundante cambio de sitios, mi inestabilidad, pero no podíamos

Llegamos a la gran ciudad, me sentía realmente extraña con lo que estaba sucediendo. Nunca pensé poder encontrarlos, menos en la tumba de mi nona definitivamente desde el cielo ella nos estaba protegiendo a todos. Miraba por la ventana mientras el viento me daba a la cara, recorriendo las calles sin miedo a encontrarme a los sapos o a la señora Bum; ya que me habían manifestado que se encontraban encerrados en ese momento. Angie estaba igual, aunque al mismo tiempo sabía que tenía un pequeño dolor en su corazón referente al caso de su madre; por ahora llegaríamos a la casa de Hades para que se alistaran Julieth y Carlos porque iríamos a hablar con sus padres. Al principio no querían, pero después de que hablaron con ellos entendieron que era lo inicial; ya que si ellos no demostraban interés entonces si se miraba otra forma de proceder con su caso. Al llegar, vi que

Después de dejar a Julieth en su casa sentí un sin sabor, porque era extraño tener que despedirme de mis amigos con quien compartía diariamente por un año entero. Sin embargo, sabía que quedaba en buenas manos y por ello mismo venía ahora la hora de despedirse de Carlos por quien nos estábamos dirigiendo en este momento para su casa, teniendo de camino un recorrido de dos horas porque vivía al otro lado de la ciudad. Esperábamos que su recibimiento fuera igual o mejor, debido a que ya era una familia de mayor estrato y costumbres diferentes. Cuando llegamos, Carlos volvió a verme con miedo porque su madre había preferido a su amante antes que a él; esperábamos que hubiera recapacitado. Fue a timbrar, una y otra vez, pero nadie contestaba hasta que salió una señora mayor, no era la familia de Carlos definitivamente por eso mismo indagamos con ella para

Narra Elizabeth: Cuando mi amiga confesó que ella había sido mi cómplice, fue enviada al calabozo por mi culpa. Le suplique y me humille ante el gran Alpha supremo, pero nada sirvió para que le perdonara la vida; me llevaron a fuerzas a mi habitación al lado de mis dos pequeños dejándonos encerrados; sentí demasiada impotencia al punto que empecé a romper cada uno de los objetos que se encontraban aquí llamando la atención, en medio de los sollozos de mis dos niños hasta que Gabriel abrió la puerta, ganándose que casi le cayera en la casa un vaso de vidrio. — ¿Qué te pasa? estas descontrolada — Manifestó cerrando la puerta para agarrarme de las manos —, Estuviste bien un año ¿qué sucedió? — Me mentiste, por tu culpa no sabemos dó

Tenía nervios, pero sabía que íbamos a encontrar a mi mamá, por eso mismo escuché atentamente las palabras del comandante. Lastimosamente, debía quedarme con Juan Mario y Angie en la casa, por ser un operativo de alto riesgo; odiaba eso que nos trataran como unos niños, aunque realmente lo éramos, pero sentía que había vivido tantas situaciones en mi vida que había madurado más rápido de lo que creía. Por ello mismo, Ariana se quedó con nosotros para acompañarnos y decidimos que iríamos a un parque de diversiones en compañía de Carlos y Julieth pidiendo permiso a sus madres; quienes accedieron en agradecimiento por nuestra ayuda a encontrarlos.   — Nos vamos a divertir mucho ¿está bien? — Manifesté contenta, porque sentía que tendría a mi mamá pronto —, Debemos montar todo, y todo es ¡todo! — Exclamé alzando los brazos, haciendo que se rieran por mis ocurrencias.    — Está bien, pero cálmate o te dará algo antes de que aparezca Eli — Ma