Abigail estaba en su habitación, igual que todas las noches, todo estaba trascurriendo con normalidad, y parecia que todos sus miedos de esa mañana en que había ido a tomar un café con el profesor Lewis, habían sido solo producto de su imaginación, y la chica estaba feliz, mas feliz de lo que había estado nunca porque por primera vez en mucho tiempo ella conseguía hacer algo bien, algo que según Dominic no era del todo correcto, pero que a ella le había regalado un pedacito de vida.Haber podido pasar tiempo al lado de Gabriel había sido una de las mejores cosas que le habían sucedido desde que había llegado a la casa, Gabriel era amable, era trasparente, Gabriel era todas las cosas buenas que ella podia ver en una persona, Gabriel era, además, demasiado guapo, era innegable que el hombre parecia un dios griego, y eso solo hacia que Abigail se sintiera más atraída p

-Retráctate de lo que dijiste – le ordeno él, pero ella no planeaba hacerlo, él podia golpearla, pero por desgracia no podia cambiar sus sentimientos, no importaba cuanto lo intentara, porque lo cierto era, que entre más tiempo pasaba en esa casa, cerca de Dominic, y sobre todo, entre más tiempo estaba en la habitación de castigo más entendía que odiaba a Dominic con todas las fuerzas de su alma, y mas compasión sentía por Gabriel y por lo que probablemente el salvaje de Dominic le había hecho.-No voy a hacerlo – ella levanto la barbilla, dándole a entender que no le tenia miedo, aunque la verdad era que si le temía, lo suficiente como para querer correr a miles de kilómetros de distancia lejos de él.Dominic solto un sonido gutural, un sonido que a ella la hizo temblar y entonces agitó su mano derecha con mas fuerza que la vez anterior, y le dio

Charlotte, que no había podido dormir pensando en su amiga, se levantó en mitad de la noche con la intención de llevarle algunas provisiones a Abigail, Charlotte mas que nadie sabía que los castigos de Dominic eran brutales, inhumanos e indolentes, y ella necesitaba saber como estaba Abigail, necesitaba saber que estaba bien y que el idiota ese la había dejado entera. Necesitaba ver a Abigail y que la rubia le dijera que todo iba a estar bien, si no, no iba a ser capaz de dormir.Charlotte salió a hurtadillas de su habitación, no sin antes tirar una de sus camisas en dirección a la cámara en la esquina de la habitación, para que no la grabara mientras salía de su habitación. La pelirroja fue con cuidado hasta la habitación de Abigail, y se sorprendió cunado se dio cuenta de que la puerta estaba abierta, no tenía llave, como acostumbraba, ella entro en el sitio de Abigail,

Dominic corrió hasta la casa de las chicas, en donde se dirigió de inmediato al sótano y a la bóveda, Alexi iba tras de él, tratando de seguirle el paso, aunque no era posible, Dominic corría veloz, estaba preocupado, más de lo que había estado nunca, y Alexis pudo darse cuenta de eso.-¿Dónde está? – le preguntó Dominic a Charlotte en cuanto entro en el sótano.-Alla abajo, tirada y con frio – le respondió Charlotte de mala gana, en ese momento la pelirroja odiaba con toda su alma a Dominic, y solo esperaba que él fuera capaz de remediar el daño que había hecho, esperaba que no fuera demasiado tarde.Dominic bajo las escaleras que llevaban a la bóveda, y vio a Abigail inconsciente en el suelo, el hombre cerro los ojos con fuerza y sintió desprecio por sí mismo y por lo que había hecho, y eso era extra&nti

Habían pasado tres días desde esa noche en que Dominic había llevado a Abigail al hospital, tres días en que la chica había estado completamente dormida, le habían administrado sedantes para que su corazón pudiera respirar con normalidad durante los días que estuviera allí, parecia que todo volvía a la normalidad y que Abigail iba a estar bien, y Dominic no podia sentirse mas agradecido por eso.En el trascurso de aquellos días, el hombre no había querido apartarse del lado de Abigail, no había querido dejarla sola, él solo se había apartado del hospital para ir a casa y cambiarse de ropa, a Dominic ni siquiera le había interesado comer, no le interesaba que pasara con él, de la única persona que podia preocuparse en ese momento era de Abigail.El hombre llego en la mañana al hospital igual a como había hecho los dos días pa

Abigail paso el fin de semana encerrada en su habitación, no salió de allí y pidió no ser molestada, la única persona que entraba en la habitación era Laura, y era estrictamente para llevarle comida, y para recordarle sus medicamentos y ayudarle a poner el ungüento, después de aquella mañana en que salió del hospital con Dominic ella no había visto a nadie, ni siquiera al mismo Dominic, no queria saber de nadie, no queria hablar con nadie, lo único que queria era sanarse y dormir, porque sabia que le esperaba mucho de eso durante el resto de su estancia en la casa, dudaba mucho que Dominic la dejara volver a la universidad, y ella ya no queria seguir haciendo preguntas cuyas respuestas no le iban a gustar.Estaba encerrada porque asi se sentía, y no queria que eso cambiase, no deseaba ni siquiera hablar con Charlotte o agradecerle a Alexis, cosa que sabía que inevitablemente iba a

Abigail salió de la habitación lanzando improperios, le jodia la vida que Dominic quisiera controlarle la vida, ¿Es que no tenía otra cosa que hacer? ¿De pronto reunirse con algunos otros de los capos de la mafia? ¿Quizá asesinar a alguien? – pensó mientras cerraba la puerta y se colgaba el bolso al hombro.Dominic era exasperante, era jodidamente fastidioso, era como un dolor en el culo y ella queria deshacerse de él, ahora no solo iba a tener que verlo en la casa, sino que además de eso iba a llevarla y recogerla a la universidad, como si ella fuera una beba, y sabia Dios si no estaba pensando también en quedarse a hacer de su guardián, aunque Abigail realmente esperaba que no, y que él estuviera lo suficientemente ocupado como para tener otro lugar al cual ir.Abi salió de la casa, y se dirigió al Aston Martín negro que siempre conducía Roy, s

-Creo que hay algo que has estado ocultándome, ¿Ah? – preguntó Marcia, acercándose a Abigail con una sonrisa socarrona – me debes una explicación.  Abigail frunció el ceño, sintiéndose aun confundida – ¿Una explicación de qué?-Porque no empiezas por contarme quien era ese dios del Ferrari que te estaba prácticamente follando frente a la universidad.-¡Marcia! – Abigail abrio los ojos con vergüenza – él no me estaba haciendo nada.-Eso no fue lo que me pareció, la idea que me dio es que te hubiera desnudado en el capo del Ferrari si hubiera podido – Marcia siguió molestado, pero Abigail no queria escucharla más, sobre todo, porque ni siquiera ella misma podia entender que había sido eso.Y eso era lo que tanto le irritaba de Dominic, con él nunca había nada certero,

Abigail intentó evitar al profesor el resto del día, era desesperante tener que verlo, sobre todo porque ella lo que mas deseaba era poder ir con él, y dejar todo en sus manos, pero no podia darle una responsabilidad tan grande a Gabriel, sobre todo cuando no tenía ninguna posibilidad de ganar, irrisoriamente las cartas del destino ya estaban barajadas, ella iba a tener que permanecer con Dominic, y por desgracia no había nadie quien pudiera sacarla de allí, más que el mismísimo Dominic, que por supuesto no lo iba a hacer.-Hola Roy – la chica se acerco al mastodonte y se subió en el auto.-Ha salido temprano hoy – dijo el hombre, mirándola con el ceño fruncido y entrando en el auto.-Si, no asistí a la última clase, estoy un poco cansada.-¿Necesita que la lleve al hospital? Tengo ordenes de llevarla si se siente mal.-No Roy, no es un mal

-No voy a hacerlo – ella se negó.-¡Por supuesto que lo harás! – exclamo Dominic.-No, hasta que no me digas para que es.-No tengo porque darte explicaciones, haz lo que te digo – Abigail lo miro asustada, y eso le causo gracia, porque él en realidad no estaba planeando hacerla nada malo, ni siquiera medianamente – es increíble el poder que tengo sobre ti.-¿De que estas hablando? – Abigail levanto una ceja con desdén.-De esto, un par de palabras mías hacen que tiembles.-No estoy temblando – solto.-Puede que no sea evidente, pero estas asustada – él sonrió, y eso no hizo mas que atizar la rabia que ella ya sentía.-Vete de mi habitación – le pidió.-¡Joder que te pongas de espaldas! – le grito Dominic.Ella trago saliva, y entonces hizo lo que él le ordeno