Kalil.A la mañana siguiente fue difícil levantarme, parecía que todos querían seguir su rutina, e intentar seguir con el curso de las cosas, menos yo. Sin embargo, la paz, y armonía del palacio no perduró mucho tiempo. Basim se notaba algo precipitado cuando llegó a la biblioteca demandando mi presencia, parecía que mi madre se encontraba fuera de lugar y bastante mal. Pensé que era otra de sus cosas, especulé que mi madre estaba sobrepasando los límites hasta que entré al salón donde estaba ella y mi padre. El rostro de Zura realmente estaba irreconocible, inclusive llegué a preocuparme en sobremanera, así que corrí al lugar del sofá donde estaba llorando desconsolada. Mi padre tenía la cabeza gacha, no lograba conectar mi mirada con la de él en ningún momento, as
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