Esa noche después de que la pareja conversara sobre lo del viaje, se desató una gran tormenta. Las temperaturas bajaron drásticamente. Y para completar la electricidad se habían ido, el cuerpo de Chantel se encontraba temblando bajo las cobijas. Hacia algunas horas la joven se retiro a dormir, dejando a Arquímedes en el sofá. Ella no comprendía porque temblaba, si su apartamento contaba con un calefactor. Pero sentía tanto frío, que sus dientes castañeaba. Era imposible pararse de la cama, sentía como si estuviera entrando en la primera fase de hipotermia. La estaba pasando mal.Arquímedes abrió los ojos abruptamente, algo no andaba bien dentro de la casa. Todo estaba a oscuras y aunque el frío no le afectaba sabía que estaba haciendo mucho. Le extraño,
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