Elena se quedó sola en la cocina, Brenda tenía razón estaba bien equipada, decidió cocinar, a ella siempre le gusto cocinar, pero ahora muy poco lo hacía, se alegró de estar libre y poder hacerlo, se concentró en el desayuno, hizo tortilla de huevos con jamón, queso y papas, arepas, picó una ensalada de frutas, y exprimía jugo de naranja, Elena sintió a Pablo abrazándola por detrás y poniendo su cabeza en su cuello. — Huele bien, ¿desde qué hora estás despierta? No sabes que es domingo y se supone estas descansando. — Me desperté a las 5 am y no podía dormir, vine y en esta cocina hay de todo, me entretuve cocinando, anda siéntate que te sirvo. Pablo y Elena pasaron la mañana en la playa, regresaron, Elena hizo almuerzo, vieron televisión, conversaron y c
Leer más