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Todos los capítulos de Una madre para mi hijo: Capítulo 121 - Capítulo 124
124 chapters
¿DÓNDE ESTÁ YELIZAVETA?
Alexandre —Jefe, aquí afuera se encuentra el señor Belucci quien insiste en hablar con usted —me informa uno de mis hombres, dejo los documentos que estoy leyendo un tanto confundido por la visita del padre de Liza.—Déjalo pasar, por favor. —Mi hombre se hace a un lado y veo pasar al señor Belucci bastante molesto, mira de un lado al otro como si estuviese buscando a alguien hasta que finalmente centra su mirada en mí.—¿Dónde está Yelizaveta? —inquiere molesto.—Lo siento suegro, pero Liza y yo no quedamos en vernos, no la he visto desde hace días.—E-eso no puede ser posible, ella me comentó que vendría a verte y salió al medio día de casa y es hora en que no ha regresado. —Observo la hora en mi computador y me doy cuenta de que pasa de la medianoche, por lo que tiene más de doce horas desaparecida, me levanto de golpe de mi asiento y tomo mi celular e intento comunicarme con ella—. No contesta, lo hemos intentado desde hace horas —expresa con un ligero temblor en su voz.—¿Por qu
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MI FUTURA ESPOSA
YelizavetaPoco a poco abro mis ojos y me siento un poco desorientada sin saber dónde me encuentro, sacudo mi cabeza y cuando logro enfocar mi mirada observo todo a mi alrededor, dándome cuenta de que estoy como en una especie de bodega abandonada, pero por extraño que parezca estoy sola o al menos eso creo.Todo es tan confuso que cada que intento recordar que ocurrió me duele un poco la cabeza, cuando al fin a mi mente llegan pequeñas escenas de lo que sucedió está mañana, un escalofrío me recorre por completo, todas esas camionetas cerrándonos el paso, los hombres de papá intentando protegerme, así como los del bombón que venían detrás de nosotros y aquella chica, gritando mi nombre antes de recibir ese golpe y perder el conocimiento.Intento tocarme la cabeza que fue donde recibí el fuerte golpe que me dejo inconsciente, pero me doy cuenta de que estoy amarrada a una silla, cuando estoy por moverla escucho unas voces desconocidas.—La golpearon muy fuerte —grita un hombre seguido
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CULPAS DEL PASADO
Bajamos por el ascensor tan rápido como podemos y cuando llegamos al estacionamiento me encamino sin perder tiempo a una de las camionetas que aún permanecen aquí.—No tardaremos en llegar, está a unos treinta minutos de aquí —les informo subiendo a la camioneta y abrochando mi cinturón para después pisar a fondo el acelerador.El camino hasta mi antiguo hogar se pasa en un parpadeo y cuando llegamos al lugar, veo que solo unas cuantas paredes han permanecido en pie a lo largo de todos estos años, apago el motor y tomo una de las armas que se encuentra debajo del asiento.—Quiero que permanezcan aquí, hasta que llegue Bellini y Flavio.—No lo haremos, dijimos que te acompañaríamos y eso haremos —me contradice Yasha con los dientes apretados.—De ninguna manera, se quedarán aquí hasta que el resto de mis hombres llegue.Bajo sin darles tiempo a replicar, traspaso las rejas que se encuentran abiertas y no he dado ni dos pasos cuando unos hombres se paran frente a mí, disparo mi arma, pe
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EPÍLOGO
Nuevamente me encuentro en el cementerio, un lugar ya tan recurrente para mí, que mi pecho se oprime ante la pérdida que estoy afrontando en este momento, bajo la mirada y observo la rosa blanca que sostengo en mi mano, mientras siento como una lágrima traicionera escapa de mi ojo, con la misma mano que sostengo la rosa me apresuro a limpiarla, dado que sé que a la persona que ahora despido no le gustaría verme en ese estado.Después de cinco largo años Giuseppe Lombardi, se despidió de nosotros para reencontrarse con su hijo, a quien ha añorado después de todos estos años y si no fuese porqué mi madre se convirtió como en una hija para él, la tristeza que se decía lo embargaba hubiese acabado con él antes de tiempo.Observo a mi alrededor y tanto mi madre como mis hermanas están destrozadas ante su pérdida, pero sé que también se encuentran tranquilas de haber estado para con él en sus últimos días de vida. A mi lado, tomándome de la mano como siempre lo ha hecho hasta ahora se encue
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