MARCO Gritó, Charlotte gritó tan fuerte que sentí su mano presionarme los dedos y su cuerpo tembló, pareció perder la fuerza de su cuerpo.No, no, no, calmate, no te desmayes.La jalé por la mano y al ver que se iba a desmayar la cargué como si se tratara de un bebé, sin embargo el payaso me empujó ocasionando que cayera en el suelo y Charlotte rodara por otra parte, las flechas y el arco desaparecieron en algún lugar del suelo, me levanté como un resorte, y me quedé sin aliento al percatarme que el payaso no estaba.-No es tu temor, Marcos –dijo Sirley con un poco de desprecio en su voz-, si no te metes no te hará daño.-Si le hace daño a Charlotte, me hará daño a mí –la miré con molestia hablando lleno de furia.Me arrodillé ju
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