Inicio / Romántica / Sometida / Capítulo 41 - Capítulo 50
Todos los capítulos de Sometida : Capítulo 41 - Capítulo 50
62 chapters
Capítulo 41. Concomitancias
—¡Nani! —Reacciona Nailea con alegría al verla entrar a la sala de estar. —Despacio, Nailea. —Le pide, Tareq. Teme que se lastime. Pero la emoción la invade y camina con los brazos extendidos hacia ella. —¡Yo voy mi ángel, yo voy! —Expresa, caminando hasta ella para abrazarla. Tareq mira la escena, conmovido. Nani la abraza con mucho cuidado y delicadeza. Le da tres besos en las mejillas. —¡Perdóname! Debí ser más rápida en pedir ayuda. Tal vez si… —intenta explicarle y Nailea niega con la cabeza. —¡Alá Nani! No digas eso. Tú no tienes la culpa de nada. Por ti estoy viva. —Nani llora y Nailea limpia sus lágrimas con su dedos. Besa su frente. —¡Gracias por salvarme la vida! —Ella la ve con amor. El celular de Tareq comienza a sonar y se aleja un poco dándoles espacio, era Akram. —Aló. —Contesta. —¿Ya estás en tu hotel? —Sí, llegamos hace unos minutos. —Responde, entrando a su despacho. —¿Cómo está Nailea? —Un poco adolorida, pero bien. Le encantó el lugar. —Le conta, contento
Leer más
Capítulo 42. Única oportunidad
—¿Cómo estás? Pensé que estarías en España. —Le habla a Tareq. —As-salaamu alaikum Akram. —Saluda a Akram sin poder dejar de admirar los hermosos ojos violetas de Tareq. —Wa Alaikum As-Salaam Rina. —Saluda, Akram. —Tenía asuntos de trabajo que resolver. —Responde Tareq de manera amable. —¿Y tú que haces por aquí Rina? —Pregunta, Akram. —También estoy en asuntos de trabajo. Vengo bastante seguido y siempre me hospedo aquí. Me gusta mucho este hotel. —La alegría que desprende el rostro de Rina no puede ocultarse. —Nos da gusto Rina. ¡Alá te prospere siempre! —Le desea con sinceridad Akram. —¡Shukran Akram! (Gracias). —Sonríe viendo a Tareq. Desea mucho acercarse más a él. —Cuídate, Rina. —Espeta, Tareq, despidiéndose. —¡Tareq! ¡Espera! —Él se detiene. —Necesito hablar contigo. —Tareq iba rechazarla inmediatamente. —¡Por favor! Es algo de negocios y sólo quiero saber tu opinión. De verdad que es importante. —Él la observa, pensativo. Akram desvía la mirada hacia otro
Leer más
Capítulo 43. ¡Créeme!
Tareq ya casi llega al hotel cuando inesperadamente recibe una llamada de un número desconocido. Contesta pensando que es alguien de alguna de sus empresas. —Diga. —Señor Falú. —Es una voz de mujer y se escucha angustiada. —¿Quién habla? —Soy Mónica la asistente de Rina Massú. Necesito su ayuda. Rina no reacciona. —Tareq intenta procesar todo. —¿Cómo es que tiene mi número señorita? ¿Ya llamó a un médico? —Le pregunta, bajándose del auto. —Rina me dio su número en caso de emergencia. Dijo que usted sabría que hacer. —¿Dónde están? —Pregunta, molesto y un poco preocupado. Aunque Rina ya no significa nada en su vida no desea que le pase algo malo. —Suite LH 220. —Tareq corta la llamada y sube al elevador para huéspedes. Marca a recepción solicitando una doctora de inmediato. Al colgar se fija que tiene llamadas perdidas de Nailea. Solucionará esto rápido y luego explicará. Al llegar la doctora ya la atendía. Al parecer su asistente ya había solicitado al médico a recepción. Mó
Leer más
Capítulo 44. Disruptivo
Tareq estaba en su oficina terminando unos pendientes. Su asistente le había indicado que a quién esperaba había llegado. —¡Buenos días, Zidan! —Tareq lo saluda con un apretón de manos. —¡Falú! —Responde, emocionado. —Espero me tengas buenas noticias. —Comenta, intrigado. Desde que un día vio de lejos a Mirah no había podido olvidar lo hermosa que es. —Ella acepto conocerte. —Tareq le indica con la mano que tome asiento. —Esta noche te espero en casa por la celebración de compromiso de mi hermana Badra. —Será un placer. Me sorprende que lejos de imponerles un esposo a tus hermanas les consultes. —Se que para ti no debió ser fácil aceptar mis condiciones y agradezco tu comprensión. —No te preocupes, de hecho, yo pienso igual que tú. —A Tareq le agrada Zidan. Está seguro de que será un excelente esposo para Mirah. Uno de los asistentes de Tareq entra con té y les sirve. El rumbo de la plática cambia a negocios. La señora Fátima corre de tienda en tienda con Badra mientras organiza
Leer más
Capítulo 45. Tú no tienes la culpa
El silencio reina en todo el lugar y lo que era una fiesta se transforma en una sala de biblioteca. Todos se miran unos a otros menos Tareq y Rayan quienes se observan a duelo. Mirah ve a Rayan y luego a Nailea, siente desvanecerse. —¡Lamento llegar sin invitación! No sabía que había una fiesta. ¡Alá bendiga a los agasajados! —Levanta su manos al cielo. —No tenía conocimiento de que estabas en Marruecos. Él es mi primo, Rayan. —Se excusa con los invitados tratando de mantener la calma. —Pasa Rayan. —Lo invita y le presenta uno a uno a los invitados. La música sigue y todo vuelve a la normalidad. —¡Felicidades querida prima! ¡Ala los bendiga! De saberlo te habría traído regalo. Mis sinceras disculpas. —Manifiesta, empático. —Un gusto Rayan y no te preocupes. Estás invitado a la boda-. —Responde, Gibran, extendiéndole la mano. Rayan sonríe y busca nuevamente a Tareq. —¿Sucede algo? ¿A qué has venido? —Le pregunta, Tareq, apartándolo de la gente. —Tengo un asunto que tratar contigo
Leer más
Capítulo 46. Denuedo
Las ganas de vomitar hicieron que se despertara bruscamente. Sale corriendo, tapándose la boca ya casi con el vómito entre sus dedos. Abre la tapa del retrete y expulsa todo lo poco que tiene en su estómago. Desde la cena de ayer no ha vuelto a comer nada. Tose y se sujeta como puede. Después de unos minutos todo cesa. Se lava sus manos, cara y dientes. —¡Alá! —Se soba el cuello. El celular comienza a timbrar. Regresa a la habitación y lo coge de su mesita de noche. Es Miranda. —¡Hola, ingrata! —Nailea sonríe a pesar de cómo se sentía. —¡Hola, amiga! —Su voz sonaba más ronca de lo normal. —¿Qué sucede? Tu voz esta extraña. —Acabo de vomitar, pero ya estoy bien. —Espera… ¿acaso es lo que imagino? —Sí, lo es. —Dice, con felicidad. —¿No es muy pronto? ¿Cómo te sientes? —Miranda se preocupa por ella. —Tal vez, pero me siento feliz. —Entonces, yo también estoy feliz por ti. —Espeta, contenta. Inician una larga platica donde Nailea le cuenta por todo lo que ha pasado los últimos d
Leer más
Capítulo 47. Om Nailea (Mamá de Nailea)
Las manos de Mirah sudaban por los nervios. Su hermano y Rayan la miran fijamente. —Hermana es preciso que nos aclares ciertos eventos. —Tareq se puso de pie. —No voy a juzgarte. Solo necesito saber la verdad. —Camina hacia ella. —¿Qué sucedió el día en que tú y Sonya desaparecieron? —La toma de las manos. —No tengas miedo hermana. —Dice, mirándola tiernamente y ella asiente. —Ese día Sonya y yo estábamos comprando en el centro comercial y los guardaespaldas de Rayan nos —levanta la mirada. Rayan la ve arrepentido. —nos pidieron que los acompañáramos. Subimos al coche y Rayan estaba dentro. Le dijo a Sonya que necesitaba hablar con ella. —Mirah omite la mayoría de los detalles de la manera en que actuó Rayan. —Nos llevó a una cabaña. —Continuo y Rayan agacha la cabeza. —Y le dijo a Sonya que firmara el Nikah. Nos mostró una carta de baba… —respira, profundo. —Sonya iba a firmar, pero yo no podía permitirlo ya que ella iba a casarse con Akram. —Este la mira asintiendo. —Le dije a Raya
Leer más
Capítulo 48. Expuestas
—¡Por favor, mamita, no me cuelgues! —Le ruega —No hables para que Baba no te escuche. No estás sola. Ya casi llego. —Nailea quiere que el taxista acelere. Hay tráfico, pero en su desesperación le hace señas indicándole que se apresure. —Madre, ¿en qué parte de la casa estas?—Ee-nn tú habitación. —Susurra con dolor.—¡No me cuelgues! Sigue escuchándome. —Le pide.Tareq y Akram concluían una de las reuniones más importantes. Habían ganado dos grandes proyectos de construcción en Europa y Canadá. Uno de sus asistentes entra y le comenta que Nani Suhaila quería hablar con él urgentemente. Tareq le pide a Akram que finalice y sale tomando el teléfono inalámbrico de la oficina.—Nani, ¿sucedió algo? —Indaga, muy preocupado.—¡Hijo, Nailea salió a buscar a su madre! Dijo que esta herida. —Su voz de angustia alarma más a Tareq.—¿Cómo dices? —Se detiene buscando su celular. Cuando ve cinco llamadas perdidas de su esposa quiere morir.—Me dejo la siguiente dirección. Dijo que iba para allá. —
Leer más
Capítulo 49. Amor a primera vista
“Tareq” El día en que conocí a mi esposa fue uno de los más felices de mi vida porque el más feliz fue cuando me casé con ella. Y es que Nailea no tiene noción de lo que significa para mí, ella es simplemente el amor de mi vida. Todo el tiempo me cuestione tantas cosas acerca de la vida pese a que en el Corán están todas las respuestas. Pero en cuestiones del amor llegue a pensar que Alá se había olvidado de mí y contrario a lo que muchos piensan yo soy un hombre que cree en el amor fervientemente; es lo que me impulsa a levantarme todas las mañanas. Antes de tenerla a ella en mi vida, cometí varias faltas y una de ellas fue Rina. No ha dejado de llamarme día con día. Me deja mensajes pidiéndome que hablemos. Se lo que quiere y eso no sucederá. Tampoco perderé mi tiempo haciéndola entender. Además, mi prioridad es mi esposa; mi dulce y hermosa esposa quien yace dormida en esta cama de hospital. Siento que le he fallado tantas veces. Yo que prometí protegerla y, sin embargo, ha estad
Leer más
Capítulo 50. Tu voz es mi voz
Tareq se despierta en silencio. Disfruta del calor de su esposa. Ve su celular y marca las 4:45 a.m. Se separa de ella, despacio, sin despertarla. Descalzo camina hacia la ventana y abre las cortinas. El sol aún no sale. Suspira reteniendo todo el aire en sus pulmones y luego exhala, lo repite tres veces. Está listo para comenzar sus oraciones. El tiempo para Fayr (Oración del amanecer) es desde que comienza el amanecer hasta la salida del sol. Los rezos son en voz alta para los hombres y en voz baja para las mujeres. Tareq los hará en voz baja para no despertar a su esposa. De pie, con reverencia y humildad, con la vista hacia en frente. El lugar no importa cuando la intención está en el corazón. Comienza con el primer Rak´ah (Repetición). Él levanta sus dos manos hasta la altura de sus orejas con las palmas abiertas, a esta acción se le llama Takbir (Expresión de fe en el islam). —Al- laju Akbar (Alá es el más grande). —Susurra. Luego baja los brazos y coloca en su pecho su mano d
Leer más