El tiempo pasó lento, demasiado para Liam, todos eran demasiado ruidosos a su alrededor, ya no los soportaba, los Bach parecían una colmena de abejas asesinas, escuchaba su zumbidos dirigidos a él y a Sam, ellos eran los responsables por todo lo que estaban pasando. Las mujeres Simons por su lado se dividían entre la sala de Kimberly y la de Jack quien sufrió un infarto, su corazón no soporto las acusaciones de Sam, este por su parte seguía produciendo estragos, su furia lo único que ocasionaba era que personas inocentes pagaran las culpas de Jared, de quien nadie sabía dónde estaba, se había evaporado de la ciudad, eso era seguro, ya que Edmond lo había mandado a buscar, pero nadie sabía nada, la cabeza de Jared tenía precio a partir de hoy. — Sam tiene razón, debemos hablar con Kimberly debe realizar la denuncia, ese maldito pagará por las buen
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