Llegó el fin de semana, mis abuelos prepararon una pequeña reunión con mis amigos más cercanos del pueblo, lo que no sabía era que se habían comunicado con Carmen para que también asistiera, y claro está, se trajo a Franco y a mi tía. Lo bueno de todo esto es que se trajeron a sus guardaespaldas. Me lleve una gran sorpresa al verlos a los tres aquí, pero no podía enojarme, me hacía muy feliz volver a verlos desde aquella tarde en que dije que NO en el altar dejando a Jorge para que se las arreglará con los invitados. Dejándolo sin ningún tipo de explicación, pero, después de todo no creo que se la merezca. -¡AMIGAAAAA!Escuchar a Carmen me alegro mucho, la extrañaba. Era con ella con quién siempre me desahogaba, y no tenerla cerca me estaba matando. No sabía a quién contarle como me sentía, si
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