Dejé las cajas y me dirigí a los cajones de la habitación. En uno de ellos encontré bisutería, un perfume, entre otros. Sin embargo, cuando abrí el otro, un pequeño cofre descansaba en el centro. No había nada más, solo el pequeño cofre. Lo tomé con una de mis manos y lo posé sobre la mesita de noche. La manera en que estaba guardado me hacía sentir algo extraña. Sentía que estaba invadiendo la privacidad de mis padres, pero me mataba la curiosidad. ¿qué había en ese lugar?, me comencé a preguntar. Abrí el cofre y un pequeño pergamino algo viejo, diría yo, estaba enrollado. Fruncí el ceño, mirándolo extrañada. ¿Un pergamino? ¿es esto lo que había estado guardando mi madre y mi padre de tal manera? Ahora el contenido del pergamino era lo que estaba pi
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