***ABEL*** Le doy un beso en la coronilla a mi princesa número uno, antes de dejarla con mi madre y de inmediato, retomo el camino de regreso a casa para estar con mi amada esposa. Entro al cuarto y la encuentro profundamente dormida. Me río porque hace menos de 5 minutos salí y dijo que me esperaría despierta para alistarnos e ir a la ciudad a comprar ropa de maternidad, ya que empieza a quedarle pequeña la ropa que tiene. La observo antes de meterme a la cama para despertarla. Es la imagen más bella que tengo la fortuna de ver. Su silueta de medio lado con su centro abultado es la mejor escultura que mis ojos han visto y vaya que he visto mujeres embarazadas en mi vida, pero ella... Es solo ella. <
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