Mi corazón parecía aliviarse por un momento al tener comidas como las que empezamos a tener luego de la llegada de Nina, decidí que mamá no tenía la culpa de nada y que yo no tenía ninguna responsabilidad. Sin embargo, había algo que me hacía pensar que yo debía protegerlos, que debía permanecer con ellos siempre, sin importar qué.Al dormir, todo fue espeluznante, otro sueño, más bien otra pesadilla en el que ellas me seguían por todo el pasillo del baño, con esos ojos rojos y colmillos larguísimos, afilados como cuchillas, cuando casi me atrapaban, Daniell Collingwood aparecía, pero todo él me resultaba una especie de fantasma, se veía traslucido y vestido de rojo y dorado y todo él ardía en fuego. Ya sé, suena algo extraño, pero así lo veía y quizás estaba obsesionándome con él si
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