Unos meses después...      Enzo... —¿Enzo dónde estás?—En el gimnasio Milly.Entra muy apurada.—Mi psicóloga ya me dio permiso de volver a estudiar.—Esa es una muy buena noticia.—Pensé que te sacaría mínimo una sonrisa, desde que volvimos de San Antonio ya no eres el mismo.—Tengo mucho trabajo Milly eso es todo.—No es cierto, estoy segura que es por esa chica Arya que me salvo la vida, lo que no entiendo ¿es porqué no la buscas?—Es difícil de explicar.—Yo nunca me he enamorado pero estoy segura que no dejaría escapar al amor de mi vida así tan fácil.—No se trata de eso Milly, ella me dejo y si de verdad me quisiera me hubiera buscado.Salgo del gimnasio y me voy a mi habitació

Despierto un poco antes de llegar a Moscú, me siento mucho mejor, creo que descanse mejor aquí en la cama de lo que hubiera descansado en el asiento, volteo a ver a Arya y sigue dormida, me pongo de pie con cuidado para no despertarla, llamo a Cane para avisarle que estamos a punto de aterrizar, en eso Arya despierta.—¿Cómo te sientes Milaya? —Creo que muy bien, dormí muy cómoda contigo a mi lado.—Estamos por aterrizar.—Me puedo sentar.—Claro.La ayudo a sentarse y le pongo el cinturón, a los pocos minutos aterrizamos, abren la puerta del avión y la tomo en brazos para bajarla, Cane nos espera y se acerca emocionado, viene con Milly.—¿Hola Srita. Anderson cómo se siente?—Mejor Cane muchas gracias.Milly se acerca.—Hola Arya yo soy Milly ¿no sé si me recuerdas?&mda

Ya casi al amanecer nos vamos todos a descansar, apenas entramos a nuestra habitación y desesperado tomo a Arya en los brazos y empiezo a besarla. —Enzo espera. La pongo en el suelo y me sonríe, me sienta en la orilla de la cama y empieza a quitarse lentamente el vestido, yo paso saliva ansioso mientras no dejo de observarla, cuando deja caer su vestido al suelo me sorprendo, trae un negligé blanco con liguero y medias, se ve impresionante. Se acerca y empieza a quitarme la ropa, hacemos el amor de una manera diferente, disfrutamos el uno del otro de una manera especial, nos quedamos dormidos al medio día, despertamos casi por la noche, toda la familia esta reunida en la sala, al vernos empiezan a hacernos burla, Arya se pone roja pero sonríe. —Bueno que querían estamos recién casados, si no fuera porque tenemos hambre aún no salíamos de nuestra habitación. Todos sonríen y nos sentamos a cenar, en realidad es cierto, estábamos bastante hambrientos. —Espero que mañana si se desp