Kelly duerme plácidamente en la cama, yo miro como duerme, su pecho subir y bajar, sus labios entreabiertos, su mejilla aplastada contra la almohada, sus ojos casi abiertos, entonces me doy cuenta de que Gabriela hacía lo mismo, recuerdo cuando un día, después de haber tenido sexo, se quedó a dormir conmigo, y cuando desperté, lo primero que vi fue a ella, mirándome fijamente, observándome.¿De eso se trata el amor? ¿De mirar a la persona que quieres, que amas solo por gusto? ¿De observar sus detalles? ¿De saber hasta su más mínimo miedo? Entonces Gabriela, si me quería, Gabriela me amaba.Salgo de la habitación, y me encamino a mi despacho, ahí busco aquel disco que me regaló ella cuando ya teníamos 3 meses de conocernos. Nunca lo escuché, nunca me di la verdadera importancia de saber cuál era su contenido. Sin embargo, ahora tampoco lo haré, no es como si ganara o cambiara algo.Tomo mi móvil, que aún tengo en mi bolsillo del pantalón, y marco el número de Gabriela. No tarda nada en
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