Paloma se había ofrecido a quedarse con Kate, para asegurarse de que estuviera a salvo durante la noche, pero Kate podía sentir su desesperación por pasar más tiempo con Heath y la había convencido de que pasara la noche allí. Estarían justo al lado, le había asegurado Kate, y las paredes eran delgadas. Si ella los necesitaba, sólo debía gritar. Ella los acompañó al pasillo, arrepintiéndose en el momento en que sus ojos captaron la mirada de Colton, mientras el humo salía de su boca enrojecida. Ella desvió la mirada, cerró la puerta con un golpe suave y cerró con llaves. Ella deambuló por su apartamento, asegurándose de que todas las ventanas estuvieran aseguradas antes de caer en la cama, agotada emocional y físicamente.El sueño la evadía. Ella dio vueltas y vueltas, sintiéndose demasiado caliente y luego demasiado fría. Estaba asustada, enojada y jodidamente confundida. Su mente se aceleró, con pensamientos de Colton en sus manos, sus dedos contra ella, destellando frente a sus ojo
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