No eres mí dueño, solo amame.
Narra Armando: Llegamos al hotel donde se encontraba inconsciente todavía, ocasionando que llamara al médico; porque ya me estaba preocupando. A los 20 minutos, llegó un hombre de unos 40 años con canas en su cabello, ojos color café, pequeño de estatura y contextura ancha quien la examinó, observó su pulso, su ritmo cardíaco, las pupilas, oídos, en general donde al final me manifestó que se encontraba estable, solo había sido causado debido a la gran impresión donde debería ir retomando la conciencia en dos horas por máximo si no se debía llevar de urgencias al hospital más cercano. Me despedí del doctor agradeciéndole por su tiempo, mientras me recostaba al lado de Taylor mientras acariciaba su cabello rojizo el cual me había flechado desde el inicio, mientras observaba su cara relajada como un ángel teniendo sus ojos cerrados, como si no hubiera pasado nada hace un momento si no por el contrario se encontr
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