Narra Taylor:
Había pasado una semana donde había tenido un leve contacto con mi jefe más allá del nivel profesional, no entendía que sucedía solo veía que aparecía la señorita Julieta cada vez más, ocasionándome celos y fastidio de tenerla al lado. Fui a la oficina de mi jefe donde tuve que presenciar una escena incómoda; ya que ella se encontraba sentada sobre sus piernas mientras jugaba con su corbata así que solo me quedo carraspear donde sentí la mirada desaprobatoria de ella.
— Jefe, debo ir al juzgado —_ Pronuncie solo con el fin de avisarle, sé que había dicho que me iba a acompañar. Pero sabía que en este momento tenía mayores prioridades, así que solo me voltee y me dirige nuevamente a la puerta.
— No, yo voy contigo — Manifestó
Narra Taylor:Sentí protección y amor por parte de Armando, por sus palabras y consejos los cuales iba a tener en cuenta porque mi pasado acababa de ajustar cuentas y era hora de vivir tranquila y feliz. Íbamos camino a la casa, debido a que ya se había acabado el horario laboral cuando el carro freno para recibir unos periódicos donde me entregaron uno ¿él tenía la costumbre de leer? Me sorprendió un poco, no pensé que tuviera paciencia para noticias tristes o de chismes. Así que lo acepté, donde leí la primera hoja donde trataba del estreno de la nueva película más allá de la luna para niños donde se me vino a la mente la pequeña Mia, debíamos ir para que ella la viera.Unos segundos después, pase de hoja a la segunda página donde mis ojos se abrieron como si les
Narra Taylor:Definitivamente me había despertado peor de enferma que cuando me acosté, no había movido ni un centímetro mi pierna cuando volvieron las ganas de vomitar, así que me dirigió directamente al baño el cual debe limpiar después del desastre. Decidí escribirle a Armando que no podía ir a trabajar, primero estaba mi salud física y también la mental la cual me pedía a gritos que me alejara de él. Al mismo tiempo, le escribí a Cristian que no podía ir, para que no se preocupara porque fue en vano debido a que manifestó que apenas acabara el horario laboral iba a venir a verme ¿porque era tan lindo? ¿por que no podía enamorarme de él y así todos éramos felices? la vida y mi corazón eran injustos, obligándome a querer a mi jefe.
Narra Taylor:No lo podía creer ¿ahora que iba a hacer? tenía miedo, porque había estado íntimamente con los dos entonces no tenía ni la menor seguridad de quien era el padre. Temía por mi lado así que decidí llamar a Lily pidiéndole el favor que viniera donde amablemente pidió permiso en el trabajo para poder contarle y ayudarme a tomar una decisión. Estaba aferrada acariciando a Michi, porque un hijo al fin de cuentas era una responsabilidad muy grande especialmente cuando no se tenía exactitud si tendría padre, porque Armando se iba a casar así que no respondería por él mientras que Cristian respondería, pero cuando se entere lo que sucedió entre mi jefe y yo me va a odiar de por vida. Porque no podría estar con él, guardando este secreto tan grande que siento que me envenenaría internamente
Narra Taylor:Decidí contarle todo a Cristian hasta lo sucedido con Armando, quien al inicio reaccionó con amargura, tristeza y decepción hacia mí, pero tenía totalmente la razón porque no me había comportado bien además que había destruido la confianza entre nosotros. Al momento, se calmó manifestándome que debíamos ir a hacer la prueba de sangre y ecografía para saber exactamente cuánto tenía y salir de la duda si él era el padre o no. Le pedimos el favor a Lily que fuera a cuidar a la pequeña Mía, mientras íbamos tenía muchos nervios y me manifestó contarle a Armando, a lo cual me negué totalmente.— Él no tiene por qué saber, se va a casar y no voy a arruinarle su vida —
Narra Taylor:Llegó el día tan esperado después de tanta angustia, no pensé que dos semanas se me fueran a pasar tan lento con esta situación, tenía nervios no lo podía negar y mi amiga Lily me iba a acompañar. Le pedí el favor a Cristian que no lo hiciera, porque primero debía confirmar con fechas exactas para poder decirle si iba a ser padre o no por segunda vez. Decidí colocarme una falda con vuelo color negro acompañado de un buso de algodón color cereza y unos tenis blancos. Había cambiado literal un poco mi forma de vestir hacia la empresa, pero era por el bien del bebe que venía en camino que debía evitar los tacones, ropa ajustada y todo lo que pudiera ser peligroso para él como el alcohol, gracias a Dios no fumaba ni me drogaba porque sentía que era lo más difícil de dejar una persona así fue
Narra Taylor: — Tengo seis semanas de gestación, todavía no se puede saber el sexo — Suspiré mirándolo a los ojos sabía que lo iba a destruir — Hice cuentas, definitivamente no eres el padre. — Entonces el padre es Armando, ¿verdad? — Pregunto a lo cual asentí sintiendo como le desgarraba el corazón al cristalizarse sus ojos — ¿Qué harás entonces? — Seguir sola, Armando no puede enterarse de mi embarazo y menos que es de él — Pronuncie con miedo, porque sabía que le estaba arrebatando su derecho a ser padre, pero era lo mejor. —
Narra Taylor:Tenía muchos nervios por mi amiga Lily, no podía creer que meterse en una relación íntima con el vicepresidente iba a llevarla hasta este problema. Solo esperaba que las cosas salieran bien para ella, porque huir no era la mejor solución. Estaba en mi puesto de trabajo concentrada, cuando observe entrar por el ascensor a la policía ¿porque estaban acá si José no estaba? tenía miedo, así que voltee a ver hacia presidencia y vi como entraban, duraron unos segundos ahí donde todo el mundo dejó de trabajar para estar pendiente de la escena y vi como mi pobre amiga Lily salió esposada, acompañada de los policías y detrás de ellos Armando, mi jefe.— ¿Qué estás haciendo? ella es inocente de todo esto &md
Narra Taylor: No podía estar tranquila en casa, caminaba de un lado a otro por la incertidumbre hasta que recibí una llamada de Cristian. Me había manifestado que se encontraba con Lily en la estación de policía, si quería ir allí me esperaban. ¿Que si quería ir? Obviamente, quería estar con mi mejor amiga en estos momentos más cuando me siento culpable. Así que le cambie el agua a Michi, la acaricie y salí de la casa cogiendo un taxi hacia la estación de policía donde demore 20 minutos. Al llegar busqué por todos lados, me preocupaba hasta que vi a Cristian quien me sonrió y me abrazó, correspondiéndole. — ¿Qué ha sucedido con Lily? — Pregunte con preocupación, mientras me sentaba a su lado en las sillas plásticas color negro incomodas. — La están interrogando, me preocupa es que no