El día comenzó a asomar por la ventana y abrí los ojos al notar el vacío en la cama, aun olía a él, asique no me extraño oír la lluvia. Me levante envuelta en la sabana y fui al baño. Grata sorpresa fue verlo en todo su esplendor ahí, en la ducha, deje caer la sabana y me metí yo también. Él me recibió con una sonrisa y los brazos abiertos.Nuestros cuerpos se juntaron como si fuera algo cotidiano y sus besos hicieron olvidar todo el resto, fue la mejor ducha de todas, asique mientras me enjabonaba y yo le lavaba la cabeza, no dijimos una palabra, negando abiertamente todo el pasado y los reproches.Salimos de la ducha y nos cambiamos en silencio, odie cuando se puso la remera, pero sabía que no podía hacer nada, que ya sabía que se iba. Me fui al sillón y él me dio vuelta y se sentó conmigo de frente y me miro a los ojos.- Luz, sabes que me tengo que ir, no hay manera que podamos estar juntos, no por ahora hasta que logremos sacarnos a tu padre de
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