Me tomo de la mano y fuimos directo al avión que esperaba al fondo, caminamos a paso firme. Mire al cielo y agradecí a todos los que me quieren allá, por semejante regalo, algo bueno debí hacer para merecer a esta persona, que no solo está para pelear sino para confortarme.

En el avión, nos sentamos juntos y me dormí en su pecho. Él me abrazó y aunque mi corazón estaba helado, su calidez me permitió descansar por primera vez en días, solo dormir, sin soñar ni pensar...

- Luz, ya estamos aterrizando, despertate - dijo acariciando mi cabeza.

- Mmmmm noooo- dije con voz somnolienta, realmente había dormido después de meses y me sentía bien.

-sí luz, quiero