EllaLos rayos del sol molestaban sus ojos, ojos que ardían con intensidad. Su cuerpo estaba débil y, por más que durmiera, no recuperaba fuerzas ni se sentía descansada. Tenía náuseas y un leve mareo, casi no comía, pues por más que lo intentara, su estómago le provocaba estragos y nunca tenía apetito. No hacía otra cosa que no fuera llorar, dormir y recordar el pasado. Su celular aún estaba apagado y no había salido de su habitación desde el día que regresó. ¡Dos semanas! Entonces, pensó que era momento de levantarse y seguir adelante. Claro, tendría que buscarse un empleo y mudarse sola. No soportaba estar allí. Todos la miraban de reojo y nunca faltaban los insultos, las críticas y las burlas de Claudia. Se dio un baño, se puso una ropa formal y salió a varias entrevistas de trabajo. <
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