ChristianDespertar en la madrugada, teniendo un cuerpo tan caliente y suave a mi lado, dispuesto a todo y disponible para coger sin quejarse, es mi cielo. Ah, pero la mejor parte es cuando es ella quien toma el mando, sube sobre mí y se mueve como una endemoniada serpiente, suave unas veces, otras más desesperada por complacerse a su antojo. Fue increíble para mí saber que ella no estuvo sexualmente con ningún otro tipejo luego de aquella vez con el maldito patán que la lanzó a la calle. Debí golpearlo más fuerte, una pierna molida no hubiera estado de más. Pero ella ahora está aquí sobre mí, dando y recibiendo todo el placer que puede dársele a la persona que amas.Sus gemidos aumentan, ese es mi aviso para tomar el control. Tomo sus caderas, me golpea para que la deje terminar sola, pero ella no está más desesperada que yo. Me siento, nuestros pechos sudad
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