El día estaba maravilloso, y la pelinegra estaba mas que encantada con el ver que la gente a su alrdedor comenzaba a soltarse mas, como si estuviesen en su casa, hablando y charlando amenamente con ella como una mas de la familia, sin tanto temor a la negativa del alpha, pues ahora parecía un pequeño cachorro mirando a su dueña, era simplemente adorable. El ver como solo tenía ojos para ella, y aún que a el no le gustase ese tipo de eventos donde a gente concurria por mayor, el lo iba a dejar pasar, pues el ver la sonrisa radiante de su esposaa, las acciones nerviosas o aquellas que hacía inconcientemente, lo volvían loco. April se sentía sumamente fliz, sentía que por fin tenía una familia, un lugar al que llamar hogar a fin de cuentas, un esposo totalmente lindo y adorable con ella, amigos y aprendicez que están con ella en cada obstaculo, y una suegra increíblemente buena, ni hablar de la fantástica aceptación por parte de los pueblerinos hacía ella que estan mas que encantados de
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