En silencio caminaban todos, sin motivo alguno el ambiente se tensó, delante de Albert caminaba la vicepresidenta y detrás de él estaban los cuatro hombres intimidantes, conservaba su alegría de algún modo, no obstante sin previo aviso la vicepresidenta extrañamente entró al sanitario de mujeres, Albert se detuvo confundido por lo que ella hizo, quería retroceder pero fue imposible, sintió un gran empujón que lo obligó a entrar en ese lugar, escuchó que la puerta se cerraba estrepitosamente después de que todos estuvieran dentro."Así, que tú eres Albert, en persona eres más patético de lo que ya eras en redes""¿Perdón señorita Vicepresidenta...?""¡Silencio! ¿Crees que puedes dirigirme una palabra? Tú, sucia escoria, no eres nada ni nadie aquí, no eres bienvenido. A pesar de que el presidente hizo esfuerzos por asignarte un monto, tú fuiste capaz de ir a verlo para reprocharle y reclamarle, no debimos darte los 50 dólares, no, no, tú no mereces ni un dólar, si no
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