54. Practicar
La tarde ha pasado mejor de lo que creía, Tomás pareciera ser un chico bastante bueno y simpático, supongo que de a poco me iré acostumbrando más a su presencia. Estoy muy concentrado tratando de dejar la parrilla limpia antes de entrar a la casa, cuando de pronto escucho que se abre la puerta del jardín. —Amor, tenemos visitas— La escucho decirme y se acerca para darme un corto beso. —Los padres de Tomas, han llegado y me parece que deberías entrar. — Me dice tímidamente mientras me mira con una enorme sonrisa en su rostro.—Vale, entremos. — Propongo, y antes de que nos vayamos, le doy un corto beso. Al entrar a la casa, veo a los padres de Tomás y me llama la atención lo jóvenes que son... El padre de Tomás es de cabello al igual que su hijo y es bastante alto y delgado. —Buenas tardes— Los saludo.—Un gusto, soy
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