La cita con Nathan fue buenísima. Fuimos a jugar bolos y comimos hot dogs. Nos despedimos con un largo beso en la entrada de las habitaciones y luego entre sin esperar a verlo alejarse. Se las había arreglado para que me olvidara por completo de lo que sucedía, Nathan siempre había tenido esa cualidad. Pero a penas puse un pie dentro del edificio y escuche, más que ver, como su auto se alejaba comencé a cuestionar mi decisión. No había sido muy buena idea aceptar ser su novia, él de verdad se interesaba en mi mientras yo…No podía, tenía que parar pero siempre lograba meterse en mis pensamientos. «Quizás Nathan sea el indicado para qué deje de pensar en Justin… el novio de mi hermana» ¿Podía se
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