Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis, una y otra vez cuanto hasta seis, todo con la única meta de lograr que mi mente se tranquilice, ¿por qué no cuento hasta diez? muy fácil, cada que lo hago me estreso más, considero que mi número seis es mi número de la suerte, así que por no contar hasta el seis, sé que soy muy rara, pero no hayo una manera de lograr tranquilizar mi inquieto corazón y mi inestable mente, se supone que cuando llegue a este lugar tenía todo claro, ahora me encuentro aquí sentada en este enorme sillón, completamente sola en una sala en la que lo único que se lograra ver es un hermoso jardín, del que estoy segura que no encontraría en camino hacia él, por el simple hecho que soy demasiado mala para lo que es la infraestructura y la orientaciónDoy otro suspiro al contar de nuevo como por una millon&
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