Mila Ellington y Axel Ridley fueron inseparables desde el momento en que se conocieron en la universidad. Lo que empezó como una amistad espontánea se convirtió en un lazo irrompible, a pesar de que ella desconocía la verdad sobre él: Axel era el heredero de una de las familias más poderosas de Norteamérica. Cuando le ofreció el puesto de asistente, Mila no imaginó que su vida cambiaría para siempre. Pero el legado de Axel está en peligro. Su abuelo, cansado de sus escándalos y su vida de playboy, le da un ultimátum: casarse y asumir su papel en la familia o perder su fortuna para siempre. Axel se niega a renunciar a su vida de privilegios, pero tampoco está dispuesto a ceder su libertad. Su solución parece perfecta: proponerle matrimonio a su mejor amiga. Lo que Axel no sabe es que Mila lleva años amándolo en silencio. Y lo que para él es solo una perfecta mentira, para ella podría ser la promesa de un amor... o la herida más profunda de su vida.
Leer más02. Las cosas claras⤝ZARIA⤞Cuando acepté la invitación a unirme al cumpleaños del doctor Walton, me pareció una buena idea. Dos horas más tarde, compruebo que no lo es. Salgo del cubículo ligeramente mareada. Lo peor de todo es que apenas he bebido poco. —¿Estás bien? Amelia me sorprende, esperándome cerca del lavamanos. —Creo que algo en la cena me ha caído mal. Siento el estómago revuelto. —Puede ser o también puede tratarse de estrés. Aunque has tratado de disimular, estos días luces distinta. ¿Problemas en el paraíso? —pregunta, haciéndose a un lado para dejarme pasar. Lo último que necesito es hablar sobre mi vida privada en el baño de un restaurante. Sin embargo, siento que si no hablo voy a explotar. No puedo desahogarme con Mila. Ella ya tiene bastante con sus tres pequeños y su propia recuperación. —Hemos sido compañeras y me atrevo a decir que somos amigas desde hace más de un año —murmura—. Si crees que puedo ayudarte, solo confía en mí. Me lavo las ma
Novela corta de Aiden y Zaria.01. Quizá hoy⤝ZARIA⤞Echo un vistazo atrás antes de subirme al auto. Todo rastro de felicidad se disipa de mi cuerpo en cuanto salgo de la casa de Mila y Axel. La realidad me golpea con la fuerza de un guante.Aiden y yo no estamos pasando nuestro mejor momento. Entiendo que la preocupación por sus hijos lo mantengan intranquilo, pero no al punto de dejar de lado nuestra relación.No me siento importante para él. Es como si la chispa y la complicidad que nos unió se fuesen esfumando lentamente. Lo peor es tener que fingir que todo está bien, incluso Aiden lo cree. La pregunta del millón es: ¿cuánto tiempo va a durar esta situación? ¿Cuánto tiempo voy a soportarlo?Recargo la frente sobre el volante, muerdo mi labio para contener las lágrimas que llenan mis ojos. Mis manos se aferran al volante con fuerza hasta sentir dolor en mis nudillos.Ni siquiera recuerdo la última vez que salimos como pareja. De repente, todo se ha vuelto rutinario. Del restaurant
128. Una segunda oportunidad⤝MILA⤞El llanto de mis hijos me llena de una felicidad que no puedo expresar con palabras. Sus llantos son como dulces melodías. Mi mano se aferra a la de Axel mientras la tranquilidad va llenando mi corazón.—Nuestros bebés —murmura. Su voz se quiebra y sus ojos se llenan de lágrimas. Sé que está experimentando la misma felicidad que yo.Con lentitud se inclina sobre mi rostro, deja un beso en mi frente y de repente siento algo raro. Algo no está bien.El aire entra por mi nariz, frío y constante. El peso de la máscara sobre mi rostro. El sonido de mi respiración cambia mezclándose con pitidos, voces que gritan con desespero. Todo suena ajeno y lejano. Como si vinieran de un pozo profundo.Mi pecho arde… mi garganta quema como si prendiera fuego. ¿Por qué está pasando esto? ¿Por qué de repente todo sabe a ausencia?Un vacío súbito se adueña de mí, como si mi corazón dejara de latir. Abro la boca, pero no logro decir algo. Nada sale. No sé si es el efecto
127. ¡Sáquenlo de aquí!⤝AXEL⤞Los últimos meses no han sido fáciles. Como hermano mayor, siempre tendré el deseo de protección arraigado en mi corazón; no obstante, con el tiempo he aprendido que proteger, apoyar y solucionar; son tres cosas distintas.Mi primer error con Knox fue intentar resolverle la vida. No le estaba dando un apoyo; lo que, en realidad hacía era tomar sobre mis hombros la responsabilidad de sus actos.El segundo error, fue no sentarme a su lado y preguntar lo que sucedía. Los motivos que lo llevaron a dejar a Nova estando embarazada. Simplemente, me limité a juzgarlo.Y así, fui cometiendo errores en mi afán de evitarles dolor. Hoy, cuatro meses después de su desaparición, solo espero que, finalmente, haya encontrado su camino.En cuanto a Livia, su decisión no me toma por sorpresa. Era de esperar que decidiera alejarse de todo lo que le recuerda a mi madre, quien no volvió a aparecer luego de conseguir lo que quería de nosotros. Dinero.Con todo lo vivido en ta
126. Abrazos y promesas⤝MILA⤞Esa no fue la última vez en que se supo algo de Knox. Pero sí, la última vez que la familia Ridley lo miró. Luego de un último movimiento bancario, Knox simplemente desapareció sin dejar rastro. ¡Como si jamás hubiese existido!Aiden fue el encargado de contarle a Daxton lo que había ocurrido con Knox durante los últimos meses, por lo menos la parte de la historia que conocíamos, pues hasta el sol de hoy, desconocíamos muchas cosas. El rompecabezas no estaba completo y el único que podía terminarlo, ya no estaba para hacerlo.Ha pasado tiempo y aunque Axel no muestra preocupación por el silencio prolongado de Knox, en el fondo, sé que no saber nada de su hermano le duele. No lo demuestra, pero en más de una ocasión lo he sorprendido con la mirada perdida en un punto fijo en la nada, como hoy.—¿Le has llamado a tu padre? —pregunto, sentándome a su lado. Enredo mis dedos entre los suyos, dándole un ligero apretón.—No, pero debe de estar esperándonos en c
125. No quiero ser adulta⤝MILA⤞Todos continúan sorprendidos, viendo hacia la puerta por donde Knox se ha ido como si el diablo le pisara los talones.No solo ha sido la primera vez que muestra algún tipo de emoción, sino también es la primera vez que acepta la paternidad de Nikki.—¿Qué diablos ha sido eso? —pregunta Daxton, saliendo de su estupor—. Que alguien me explique lo que está pasando. ¿Cómo que Knox tiene una hija?—No puedo explicarlo ahora, papá. Tengo que ir con mi hijo —responde Aiden, poniéndose de pie con prisa, saliendo del comedor.Miro a Axel, esperando que haga lo mismo y vaya detrás de su padre; sin embargo, no se mueve de la silla.—Iré con ellos —murmura Zaria, como si esperara lo mismo que yo. Con la misma rapidez con que llegó, se marcha.—¿Alguien puede explicarnos qué es lo que está pasando? —pregunta Kristen, viendo a Axel.—Es una larga historia y no soy el indicado para contarla —responde Axel, tomando un largo respiro.—Pues alguien tiene que hacerlo. ¿
124. Un perfecto idiota⤝MILA⤞Un silencio ensordecedor le sigue a nuestro anuncio. Daxton se tambalea como si de repente se hubiese emborrachado.—Papá —grita Kristen. Entre ella y Soren lo sostienen para evitar su caída.—¡Por Dios, muchacho! —grita—. ¿Acaso quieres matarme? —reclama, pero hay una sonrisa en sus labios que contradice su tono.—Siéntate, papá —pide Kristen, quitándole el bastón.—¿Ha-hablan en serio? —pregunta Soren con los ojos bien abiertos por la impresión.Asiento con un movimiento de cabeza.—Muy en serio.—¡Tres bebés! —grita Katia, saliendo de su estupor. Se levanta del sillón como si un resorte la impulsara—. ¡Dios, tres! —dice, abrazándome.—Cuidado con el vientre de Mila, tía —le recuerda Axel.Katia afloja su agarre, me da un beso en la mejilla y, feliz, acaricia mi vientre.—Seré una tía abuela consentidora. Lo prometo —dice. Y por un momento hay un rastro de tristeza en los ojos de Soren.Mi corazón de pollo se estruja. Sé lo que debe de estar pensando.—
123. Estás jugando con fuego⤝MILA⤞El sábado por la mañana, dos semanas después de nuestra reconciliación. Me despido de mis padres para volver al apartamento de Axel. No hay maletas que preparar. Cuando me fui, lo hice únicamente con lo que tenía puesto y, ahora que vuelvo, lo hago de la misma manera.No, no es que haya estado con la misma muda todo este tiempo, pero Axel se encargó de traerme y llevarme la ropa. Una manera muy infantil de asegurarse de que iba a volver, aunque también ha sido muy tierno.Estas dos semanas han sido la culminación perfecta de nuestra luna de miel. Hemos tenido citas y hemos compartido momentos inolvidables como pareja y futuros padres.Ayer, Axel llegó con la sorpresa de habernos inscrito en un curso para padres primerizos. Fue emocionante asistir por la tarde a nuestra primera clase. Encontrarnos con otros padres con nuestros mismos temores nos tranquilizó un poco. Por lo menos a mí.—Este lugar no es apto para cuidar de tres pequeños —dice Axel, ab
122. Descarada invitación⤝MILA⤞Esta vez nada, ni nadie impide que celebremos con mis padres. La cena es perfecta, conversamos de todo un poco. Sobre los miedos y las expectativas de traer a tres niños al mundo en un solo encargo, hasta la decisión de Axel de dejar la presidencia de Ridley Energy. Lo cual me toma por sorpresa. Cuando dijo que renunciaba, creí que no lo decía en serio. Pero desconocía totalmente el rumbo que habían tomado las cosas luego de dejar la oficina.No hice preguntas durante la cena, ya que no era un tema para meterse de lleno. A mi padre, en realidad, no le importó la renuncia de Axel.Aunque en un inicio, todo se hizo para mantenerlo al frente de la compañía familiar.Cuando volvemos a casa, mis padres se despiden de Axel y se retiran a su habitación para darnos un poco de privacidad.—Entonces, ¿renunciaste? —pregunto, invitándolo a sentarse. Es tarde, aun así, deseo que esta noche perfecta no termine.—Era lo mejor. Estar al frente de la compañía es más q