El amor tardío no vale nada
Ximena Morales amó a Ricardo García durante siete años y fue su amante en secreto por tres. Sin embargo, a cambio, solo recibió desprecio y humillación de parte de él.
—En mi vida, nunca podría amar a una mujer tan malvada como tú —le dijo en su momento, sin pensarlo dos veces.
Con el corazón roto, Ximena decidió irse. Peo luego, el hombre altivo se arrodilló frente a ella, bajo la lluvia, con los ojos enrojecidos, suplicando perdón:
—Ximena, me equivoqué.
—¿Quién eres? —respondió Ximena con una expresión fría.
—Esposo o amante, puedes darme cualquier identidad, solo no te vayas —dijo en tono suplicante el siempre implacable presidente.
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