La obsesión del Mafioso.©
MissPeregrine
Todos saben que no se debe joder con Kostya Volkov, el Pakhan de la Bratva, es despiadado, no vacila, no teme, no pide permiso.
A veces me mira como si me deseara, otras como si me odiara. Esa incertidumbre no hace más que alimentar la mía propia, en ocasiones lo odio, en otras lo deseo tanto que me quemo.
Si Volkov odia algo, lo elimina, si desea algo lo toma sin contemplaciones. Y me quiere a mí... Lástima que no soy la niña dócil que él piensa.